Esta fórmula con la que ETA dice pedir perdón por su medio siglo de terror y muerte, más que producir indulgencia entre las víctimas ha indignado a su mayoría al distinguir sus asesinatos entre los cometidos por error y los justificables.
El lenguaje viscoso empleado para exculparse de sus 858 muertos, miles de heridos y decenas de miles de damnificados está cargado de esos eufemismos que tanto se oyeron en las iglesias vascas y ahora en las catalanas para atenuar los males que produce el fanatismo nacionalista, tan cercano al religioso.
Simultáneamente ETA trata de culpar a “las fuerzas del Estado y las fuerzas autonomistas que han actuado conjuntamente” con acciones “totalmente injustas” que utilizaban “el disfraz de la ley”…
Siga leyendo aquí y vea a Salas
……