Jaume Balagueró da vía libre a la maldad de Luis Tósar en ‘Mientras Duermes’

César (Luis Tosar) trabaja de portero en un edificio de apartamentos. Esto le permite conocer a fondo a todos los inquilinos del inmueble, sus movimientos, sus hábitos. Esto es demasiado poder para alguien infeliz como él, que disfruta haciendo daño a los que están a su alrededor como única razón para querer vivir un día más.

Especial envidia y rabia le genera la nueva vecina jovencita (Marta Etura) que no deja de sonreír. Entra y sale cada día radiante y feliz. Precisamente eso la convierte en su próximo objetivo, un reto personal y una obsesión que se complica exponencialmente y pasa a ser impredecible.

Y es que es ‘Mientras Duermes’ cuando César da rienda suelta a toda su maldad, convirtiéndose en el centro de la película, levantándola a partir de un guión de Alberto Marini y bajo la inquietante batuta de Jaume Balagueró, cineasta ya experto en comunidades de vecinos donde pasa de todo, tal y como demostró en ‘REC’ y ‘REC 2’.

Según ha explicado Marini a Europa Press, la intención inicial no era crear un «psicópata a la americana», sino un «sociópata en la puerta de al lado», basándose en «la envidia y la felicidad ajenas». «César no pone límite a su envidia, y su alivio es que los de su alrededor no sean felices. Eso le da ganas de vivir otras 24 horas», ha expuesto.

Para el guionista, además, se produce cierta empatía entre el espectador y el protagonista, a pesar de las maldades, porque le mueve un «sentimiento» que en cierta medida todos experimentamos. Balagueró ha ido un poco más allá y ha afirmado que es «el carisma de Luis Tosar el único que podría conjugar la repulsión con la atracción inevitable».

Todo esto sucede en un edificio que es, en palabras de Marini, «un microcosmos formado por personajes que resumen lo que hay en la sociedad». «Una niña mala, un vecino impertinente, una mujer sola que trata de dar imagen de felicidad», ha resumido el cineasta, quien ha explicado que éste es un «thriller psicológico construido a partir de pequeños elementos cotidianos».

En esta línea, Balagueró a reconocido que podrían haber ido aún más lejos con la historia, pero ha defendido que el resultado es «creíble porque se basa en esas pequeñas cosas», por lo que no ha sido necesario «ir al extremo». «Se puede hacer una película larguísima de maldades, pero no era la idea», ha puntualizado Marini.

«Sí, claro, César podría haber agarrado una motosierra e ir descuartizando a los vecinos piso por piso», ha ironizado Balagueró, justo antes de que el guionista sentenciara: «Pero es que el clímax de esta película no tiene que ver con la violencia». Los espectadores podrán llegar a sus propias conclusiones a partir del viernes 14 de octubre, fecha de su estreno.

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