Cuando yo dejé TVE intentaron que Pablo Azcona, Eduardo Sotillos, Pedro Macía y Miguel Ángel Lozano leyeran, estos se negaron y dimitieron
Tras la presentación del libro ‘El año mágico de Adolfo Suárez’, Rafael Ansón ha contado en el plató de Periodista Digital algunas de las anécdotas históricas narradas en su libro sobre la Transición, sus años como director general de Televisión Española y su papel como consejero del presidente Suárez.
Con la muerte del primer presidente de la democracia, se han multiplicado los ensayos, artículos y documentales sobre el presidente y los años del cambio. Se ven y se leen muchos, y sorprende al encontrar aquí y allá la narración de ciertos acontecimientos que la historia colectiva ya da por ciertos y que de ciertos tienen poco. Por ello este libro recoge las sensaciones o impresiones de aquellos meses -julio de 1976 a junio de 1977- que tuve la suerte de vivir «en vivo y en directo». Un año mágico.
Se trata de acontecimientos relevantes y de interés general, que encauzaron nuestra historia. El haraquiri de las Cortes franquistas ante las Cámaras, la creación de unos telediarios para el cambio, la grabación de los espacios electorales para la llamada a urnas del 77 y mucho más.
TITULARES MÁS RELEVANTES DE LA ENTREVISTA
Lo he titulado «año mágico» porque los problemas con Suárez se arreglaron como por arte de magia.
Rodríguez Valcárcel, a pesar de ser el que proclamó al Juan Carlos, quiso retrasar la proclamación del Rey y aplicar el mecanismo de la ley de sucesión.
Mucha gente pensaba que la apuesta de Adolfo Suárez iba a salir mal, nadie apostaba por él.
Juan Carlos cedió su trono a Felipe VI en el momento oportuno, cuando supo que iba a salir bien.
Le dije a Juan Manuel Fanjul que con 3 millones de pesetas ganábamos las elecciones a procuradores en Madrid y las ganamos a pesar de que Fanjul estuviera vetado y en contra del régimen.
En las elecciones de procuradores en el 67 utilizamos el cine para nuestra campaña publicitaria y fue innovadora y conseguimos la victoria.
Cuando dirigí TVE, el presidente Suárez me decía: «Rafael mandas tanto como yo, a lo que yo respondía que no: «Tú me puedo quitar y yo a ti no».
En TVE quise conectar con cada tipo de población. Lalo Azcona era como el niño mimado, Eduardo Sotillos le daba seriedad, profundidad para la gente, Pedro Macía decía por las noches lo que el franquismo quería oír para que no pensaran que se había hecho una ruptura y Miguel Ángel Gozalo en la segunda cadena estaba con los hippies. Fueron como cuatro periódicos diferentes, ellos decían lo que querían.
Es importante pensar que en estos momentos en España se debe hacer una ley de reforma política global para acabar con la corrupción y hacerlo llegar a las gente mediante la web y la prensa escrita.
Cuando yo dejé TVE intentaron que Lalo Azcona, Eduardo Sotillos, Pedro Macía y Miguel Ángel Gozalo leyeran, estos se negaron y dimitieron. Nunca más ha vuelto a suceder que en una cadena de televisión cuatro directores dimitieran a la vez. Prefirieron irse a tener que renunciar a la libertad que tuvieron.
La gente que de verdad era franquista y leal a Franco, aceptó la Transición porque Franco en su famoso testamento dijo que apoyaran al Rey.
Cuando el periódico El País estuvo en mi contra, eso legitimaba la televisión y el presidente me decía: ¿por qué lo permites? y yo contestaba que eso era lo que nos legitimaba. Por lo tanto, si no hubieran existido opositores al proceso, el proceso hubiera sido totalitario y dictatorial. La prensa escrita tuvo un papel muy importante, pero no fueron determinantes porque el proyecto de Adolfo Suárez y el Rey no lo variaron ni un momento leyeran lo que leyeran en la prensa.
Me he dedicado profesionalmente al mundo de la comunicación y es evidente que he contribuido a apoyar a determinados grupos y empresas y yo he cobrado de ellas. Pero no es verdad que si mi hermano publicaba información favorable a esas empresas fuera porque hubiera negligencia o nepotismo.
Las comunidades históricas evolucionaban rápidamente y las que no lo hacían, se quedaban más o menos como estaban. Eso se rompe porque la derecha promovió un referéndum en Andalucía, por cierto anticonstitucional, y Adolfo Suárez tuvo que admitir igualdad para todas las comunidades autónomas porque si no iba a haber referéndum en todas las comunidades, ya que no hay nada más injusto que tratar desigual a los desiguales.
El 2015 será un año mágico como el año 76 y 77 estoy seguro, el país está tomando conciencia de que no se puede perder por lo que ha estado luchando todos estos años, un espacio de libertad y bienestar que no habíamos tenido nunca y es verdad que ahora tenemos una desigualdad como tampoco habíamos tenido nunca y hay que corregir eso pero sin romper la baraja, sin romper el sistema constitucional y democrático.
Rafael Ansón Oliart, doctorado en Derecho, nació en San Sebastián en 1935. Su presencia en la administración española durante la década de los años sesenta le llevó a ser uno de los impulsores de los denominados planes de desarrollo.
Fue nombrado director del Instituto de Opinión Pública y director general de Radio Televisión Española, cargo en el que permaneció hasta el año siguiente y donde revolucionó el mundo de los telediarios. Ya en 1978, pasó a ejercer la Presidencia de la Coordinadora de Asociaciones Profesionales de la Comunicación Social y trabajó estrechamente como asesor del presidente del gobierno Adolfo Suárez.
También es Diplomado por la Escuela Nacional de Administración Francesa (ÉNA), periodista y psicólogo.