Conectar a través de la música.
Telefónica y la Escuela Reina Sofía se han unido para llevar a cabo el Ciclo Rincones Musicales, con el fin de llevar la música clásica de primer nivel a localidades donde, por lo general, no llega con facilidad.
De acuerdo a Telefónica, el proyecto pretende romper barreras con cada nota musical, al ofrecer la posibilidad de vivir un concierto en directo de música clásica a los habitantes de pueblos que, por su localización geográfica, mala conexión con el transporte, etc., no suelen tener eventos de este tipo en su localidad.
Con el objetivo de llevar estas experiencias a lugares recónditos, en los que no suele verse este tipo de eventos, la empresa se ha aliado con la Escuela Reina Sofía que celebra su 30 aniversario, para desarrollar el ciclo de conciertos “ofrecen la posibilidad de sentir diferentes emociones mientras conectamos con lo que nos rodea”.
Hasta el momento, el Ciclo Rincones Musicales ha visitado algunos de los pueblos que forman parte de la Red de Pueblos Más Bonitos de España. Concretamente: Albarracín (Teruel), Atienza (Guadalajara) y Sepúlveda (Segovia).
En el poblado de Teruel se presentó el dúo Ravel de la Escuela Reina Sofía, conformado por la violinista Paula Mejía y el violonchelista, Willard Carter. En su presentación, interpretaron la Sonata para violín y violonchelo, M.73, de Maurice Ravel.
“Llegar con la música a personas que no están acostumbradas a acudir a conciertos de música clásica o a escuchar este tipo de música, ha sido increíble. Me hace feliz pensar que, para algunas personas, hemos podido ser los primeros músicos de música clásica que han escuchado”, explica Willard, inglés de nacimiento. Confiesa que su conexión con la música comenzó cuando apenas tenía 4 años. Su hermana pequeña es autista por lo que acudía a un centro donde ayudaban a los niños con TEA a través de la música.
Junto a este dúo, tocó también el grupo Cosan de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, conformado por Larisa Cunha, flautista; Fidel Fernández, oboísta; Pablo Díaz, clarinetista; Willmer Torres, fagotista e Ignacio Sánchez, trompista. En una presentación en Atienza interpretaron “Cuadros de una exposición” de Modest Músorgski.
Los miembros explican que durante el confinamiento se vieron obligados a estudiar solos, teniendo que encontrar nuevas formas de conectar para poder seguir en contacto a pesar de la distancia.
“Tocar en grupo es indispensable para cualquier músico”, confiesa Fidel.
Larissa, de origen brasileño, indica que cuando comenzaron a dar los primeros pasos dentro de este grupo, era algo nuevo para todos. “Al principio era complicado coordinar todos los sonidos”, confiesa. Sin embargo, señala que con el paso del tiempo, han aprendido los unos de los otros, desarrollando su aprendizaje, compañerismo y profesionalidad.
La Escuela Superior de Música Reina Sofía recibe cada año a 150 alumnos de más de 45 nacionalidades diferentes. De ahí que, la multiculturalidad sea una de las características principales que definan a la Escuela
