En las pocas horas desde que está ocupando la sede episcopal romana, nos ha dado indicios suficientes para abrigar muchas esperanzas
(Bernardo Pérez Andreo)- Ya tenemos papa y se llama Paco, con todos los respetos. Me permito esta familiaridad por lo común del nombre entre nosotros. Es muy curioso que Francisco tenga tantos hipocorísticos en nuestro idioma: Paco, Kiko, Curro, Pancho. Creo que es el nombre que más tiene y no lo es por casualidad. Desde el mismo idioma se irradia la cercanía que rezuma el nombre del gran hombre de Asís, aquel que supo vencer la arrogancia y la altanería con humildad y firmeza en las convicciones. El Poverello ha inspirado siempre a los pobres para alcanzar la dignidad que se les arrebata por parte del poder y eso lo han agradecido siempre los excluidos.
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