La sentencia del Supremo colombiano ratifica esta consideración al rechazar el recurso de casación presentado por la Diócesis, que ahora "está llamada a reparar el agravio que dicha Institución infligió a los demandantes"
La Iglesia colombiana ha recibido su primera condena civil en firme por pederastia en una sentencia de la Corte Suprema, que establece que la institución no puede desligarse de los abusos cometidos por un sacerdote ya que está sometido a su autoridad, informaron fuentes judiciales.
El fallo, sobre el que no cabe recurso, es el primero contra la institución eclesiástica, al encontrar responsable civil a una de sus diócesis.
La sentencia, que medios locales califican de «histórica», señala que la Diócesis de Líbano-Honda, en el departamento de Tolima (centro), tiene responsabilidad en el abuso de dos hermanos de 7 y 8 años por parte de un clérigo de una de sus iglesias dependientes, hechos que se produjeron en 2007.
La Corte sostiene que «no existen clérigos que se administren solos o estén por fuera de la autoridad de una iglesia particular, es decir de una diócesis u otra circunscripción eclesiástica que le sea asimilable», y en consecuencia obliga a pagar a la institución 800 millones de pesos (unos 245.000 euros).
Esta decisión pone fin a un litigio que comenzó en 2009, cuando los padres de los menores, desplazados por el conflicto armado, abrieron un proceso judicial.
Una sentencia de primera instancia emitida en 2010 encontró responsable civil al sacerdote, mientras que la Diócesis fue absuelta por no existir la prueba «que acredite la vinculación jurídica, contractual, legal o laboral entre la diócesis y el sacerdote demandado».
Ante esa decisión, los progenitores apelaron y, en una segunda instancia, se encontró responsable a la Diócesis al determinar que podía deducirse entre la Iglesia y el presbítero una «relación de autoridad y subordinación».
La sentencia del Supremo colombiano ratifica esta consideración al rechazar el recurso de casación presentado por la Diócesis, que ahora «está llamada a reparar el agravio que dicha Institución, por medio de uno de sus agentes, infligió a los demandantes».
Por ello, deberán abonar la multa a las víctimas, a quienes la Diócesis «hasta el último momento ha negado el derecho al resarcimiento de su dignidad e integridad personal y moral, muy a pesar de la contundencia y gravedad del perjuicio ocasionado, y contrario a las enseñanzas y valores que pregona esa organización religiosa», sostiene la sentencia.
La reacción de la Iglesia
El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, calificó como una ofensa la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que condena a la Iglesia por un caso de pederastia. «No tengo en este momento presente si haya casos de pederastia, creo que ha habido en el pasado algunos pero son casos muy excepcionales como para decir que la Iglesia Católica es responsable, esto sencillamente es una ofensa a la Iglesia», apuntó.
En diálogo con RCN la radio el jerarca indicó que hasta la fecha la Iglesia no ha sido notificada oficialmente sobre la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, que condena a esta institución por un caso de pederastia.
Monseñor Castro Quiroga afirmó que el sacerdote cuyo caso motivó la sentencia de la Corte debe responder de forma individual y no hacerse extensiva la condena a toda la institución.
«Qué sentido tiene una condena a la Iglesia católica, es decir, a los católicos de Colombia, qué culpabilidad puede haber por parte de la Iglesia como tal frente a una cosa privada de un individuo y que no está de ninguna manera dentro de lo que la Iglesia pide a sus sacerdotes», añadió.
«Uno no entiende cómo, por un acto individual, personal, totalmente contrario a lo que pide y enseña la Iglesia, después se condene, no sé si haya casos parecidos con otras instituciones, por ejemplo, en el campo de la educación, cuántos profesores no pudieron estar implicados en esto, y jamás se ha dicho que queda castigado el Ministerio de Educación o el Gobierno por estas cosas, porque son actos individuales».
Finalmente, el presidente de la Conferencia Episcopal rechazó ese tipo de actos que están claramente prohibidos por los estatutos y dijo que no se puede decir que la Iglesia ha tenido algún tipo de participación en los mismos.
(RD/Agencias)