El calvario de tener que soportar todo tipo de elecciones, con todas las mentiras a diestro y siniestro con que somos agasajados por unos y por otros en poco más de un mes, ha pasado ya su primer examen, con un resultado muy a la gallega: depende.
Parecía cantado que la fractura en la derecha dejaba claro el camino al PSOE, aunque su oferta fuera más un compendio de deseos que de verdaderas posibilidades de hacerse real, pues ya sabemos que en España pocos votan con el cerebro, pues la mayoría utilizan las entrañas para tales menesteres, entregando su futuro y el de sus hijos, más atendiendo a los sentimientos, a las vísceras, y a cerrarle la puerta al enemigo, que a aparcar ese primitivismo en aras de una esperanza más fundada. Es lo que ha habido, lo que hay, y posiblemente lo que seguirá habiendo.
Evidentemente aquí caben todo tipo de análisis y al final siempre acaban ganando todos, aunque a algunos, en esta ocasión, les resulte de todo punto imposible defenderlo.
De momento la izquierda está exultante, al igual que los independentistas, tanto vascos como catalanes, a quienes se les ha ido dando todo tipo de cancha y esperanzas, y a resultas de lo ocurrido puede que la fiesta continue, incluso con sonados indultos en aras de cachondearse de la justicia, de pagar favores y por aquello de que todo el mundo es bueno, pelillos a la mar y a propiciar nuevos intentos, pues ya se sabe que, seguramente, tanto presos como huidos acabarán saliendo en loor de multitud, no solo gratis, sino con recochineo incluido hacia nuestra burlada “justicia”.
Si la izquierda está exultante, no digamos los medios, quienes ya se aprestan incluso a endiosar al CIS y a su martirizado Tezanos, hoy colocado ya en los laicos altares de ese cuarto poder, que tanto ha trabajado para el logro de lo finalmente conseguido.
Veamos, no obstante, las previsiones del gurú de Sánchez.
Sus previsiones no indicaban un determinado número de escaños, sino una amplia horquilla para cada partido. A su partido, el PSOE, le otorgaba entre 123 y 138 y al final acertó, de aquella manera, con la base de la horquilla, con esos 123 diputados, el mínimo de lo previsto. Al PP lo situaba también entre 66 y 76 diputados, y al igual que con los socialistas, acertó con la base de sus previsiones, pero, de ahí en adelante no dio ni una, pues tanto Ciudadanos como Unidas Podemos obtuvieron mejores resultados que la más optimista previsión del dios socialista de la demoscopia, mientras que VOX se quedaba por debajo incluso de las previsiones más pesimistas.
Por otra parte, he de reconocer que mis previsiones, a la hora de hacer la quiniela, fueron de lo más chungo, pues pensaba que para nada el PSOE iba a llegar a ese resultado obtenido, que el PP no iba a caer tan bajo, mientras acertaba con Ciudadanos y con Unidas y volvía a fallar con VOX, a quien suponía en otras alturas.
Lo que si parece probado es que el españolito al uso, el causante de esta arriesgada mayoría, a pesar de todo, tiene una extraordinaria sensibilidad para la memoria histórica que le han contado, pero no ha vivido, y sin embargo carece absolutamente de ella para lo más próximo, para la de los últimos tiempos que, al igual que muchos que pasan por la universidad, pero la universidad no pasa por ellos, la desmemoria parece ser su condición más patente. ¿Es acaso el mundo del final de Gonzalez, de Zapatero y Sánchez el mundo ideal para esta generación de votantes?, ¿No se acuerdan de nada?, ¿Carecen de otros horizontes? ¿Prefieren las promesas imposibles a cerca de una sociedad más justa, con un precio imposible, que las realidades de una economía en barrena o del desmembramiento de nuestro país, como precio para el apoltronamiento del guaperas?.
En España llevamos décadas criticando el sistema D ́ont, que siempre favorece la exclusión de los pequeños partidos, en lugar de apostar por un sistema directo de escaños en función de los votos obtenidos, algo que siempre se ha negado a cambiar el bipartidismo imperante, pero veamos que hubiera sucedido de imperar un sistema mucho más democrático, como es el del resultado dependiente de los votos, sin mayores correcciones.
Los 123 escaños del PSOE se quedarían en 100, los 66 del PP en 58, los 57 de Ciudadanos en 56, y a partir de ahí crecería la representación, de manera que los 42 de Unidas serían 50, los 24 de VOX se transformarían en 36 y el resto, que ahora son 38, se convertirían en 50 a repartir entre más partidos, lo que haría más difícil el lograr pactos, pero la representatividad sería mucho más real, más democrática y más participativa. Así las cosas, la suma de PSOE + UP sería de 150 diputados, exactamente igual que la suma entre PP + C ́s + VOX, lo que indica, a las claras, que en cuanto a votos, España está repartida, excluyendo a los independentistas, prácticamente al 50% entre derechas e izquierdas, pues la llamada “voluntad popular” tiene su reflejo únicamente en el número de votos, no en las entelequias surgidas en forma de escaños aplicando la magia de un sistema que distorsiona en gran manera la decisión de los ciudadanos, la base de toda democracia.
Ya si nos vamos a los posibles acuerdos, aun cuando las combinaciones son abundantes, y posiblemente hasta pasadas las elecciones locales nadie se atreva a dar paso alguno, las tres que cobran más cuerpo, al menos teóricamente, pasan por una mayoría absoluta entre PSOE y Ciudadanos, algo posible, pero de momento muy improbable, ya que Ciudadanos sostiene, con cierto rigor, su no disponibilidad a tal entente. Otra posibilidad es la del acuerdo, en segunda votación, entre PSOE y UP para un gobierno en minoría, con mayoría absoluta en el Senado por parte del PSOE y apoyos puntuales de otros partidos en el Congreso, que quizá al final será el acuerdo más probable, y finalmente una reedición de la alianza con los nacionalistas, sin duda la más nefasta para España como país, en todos los sentidos, pero que por memoria histórica reciente ya sabemos que no produce rechazo ético alguno en el inquilino de la Moncloa.
De ahí a que finalmente se llegue o no a algún acuerdo, oiremos de todo un poco, pues por de pronto, Unidas, ya ha empezado a amenazar al PSOE con ni siquiera votarles si no están dispuestos a compartir con ellos el gobierno, y eso lo
exige quien mayor batacazo se ha llevado por la izquierda, todo muy democrático por parte de la parejitas del casoplón.
Pero, ¿de que polvos vienen estos lodos?
Lo expuse en su momento y creo que lo ocurrido lo confirma. Hoy estamos donde estamos, gracias exclusivamente a un personaje de nefasto recuerdo llamado Mariano Rajoy Brey, el principal factótum de esa derechita cobarde a la que alude la supuesta derecha valiente, de aquella derecha avergonzada de serlo, incapaz de tomar decisiones importantes y comprometedoras, siempre a los pies de una cobardía disfrazada de prudencia, de un personaje al que le pudo su vanidad por encima de todo y de todos, incapaz de renunciar para salvar a su partido, un partido que hubiera gobernado la vicepresidenta Soraya, sin mociones de censura ni nuevas prebendas a los separatistas y que, sin duda alguna, hoy hubiera cosechado resultados muy distintos a los obtenidos que, me temo o me espero, sean el preludio de la desaparición de ese partido corrupto y en vías de descomposición, al que ha dejado a los pies de los caballos, con la suerte para él que sus afiliados, siempre acostumbrados a obedecer, ni siquiera le piden explicaciones, dispuestos al sacrificio a mayor gloria de su deleznable recuerdo.
Por la proa, un mes de incertidumbre, de coñazo continuo, de bulos y monsergas, de nuevas promesas, fantasías y multitud de chistes y ocurrencias al uso, tan propias de nuestro espabilado pueblo para estas cosas, y tan torpe y superficial, a veces, para otras de mayor calado.
Como muestra de actualidad:
*Nunca un casado mandó nada.
*Punto1, dentro de un par de años el paro en el 24%, España arruinada otra vez. 2 Votamos a la derecha. 3 Recortan lo nuestro pero aumentan lo suyo, para arreglar el estropicio. 4. Nos cabreamos. 5 Votamos a la izquierda. 6, volver al punto 1.
*Si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados. (Mahatma Gandhi).
*España se llama España porque Mongolia ya estaba cogido.
*En mi casa, con el 100% escrutado, parece que seguirá mandando mi mujer con mayoría absoluta, sin sorpresas ni pactos.
*No os fieis nunca de las encuestas. Siempre se equivocan. Ayer hice una por cuenta propia. Llamé a 140 personas entre las 2 y las 3 de la madrugada y pregunté: “¿A quien piensa votar en las europeas?”. El 82% respondió “A tu madre, hijo de …”. Mi madre ganaría por abrumadora mayoría… y ni se presenta.
En definitiva, a estas alturas, si lo del chalet del coletas, el que odiaba a la casta y que quería vivir en el barrio para charlar con el panadero, el barbero y estar cerca del pueblo, es alucinante, lo del PP resulta, como poco, tragicómico. Ello me recuerda a las veces que acostumbro a jugar con un colega del golf que siempre que falla un golpe, es incapaz de reflexionar y acaba echándole la culpa… a la bola, y no se dedica a la política … de momento.