En este blog me hice eco, desde un primer momento, de la enorme perplejidad que me produjo que el juez de instrucción permitiera la incineración del cuerpo del delito en el caso del crimen de la pequeña Asunta. Una información del diario «El País», obtenida de fuentes forenses, publicada el 17 de octubre en su edición de Galicia, parece confirmar que la incineración fue precipitada.
I. LAS DUDAS SOBRE LA PROCEDENCIA DE LA INCINERACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO
Recordemos, una vez más, que a los pocos días de producirse el crimen de Asunta, la revista «Vanity Fair» planteó al juez de instrucción sus dudas sobre la pertinencia de la incineración del cuerpo del delito. Esta fue la pregunta y esta fue la respuesta:
¿Fue demasiado rápida esa incineración?
El juez es claro: “¿Si fue un error incinerar a la niña tan rápido? De ningún modo. Desde el levantamiento de un cadáver, ya sea por un asesinato o un accidente, el forense determina antes de esa incineración si se han tomado muestras suficientes o no. Como te imaginarás, disponemos de todas los tejidos necesarios para cualquier tipo de análisis”.
El hecho es que, a día de hoy, si bien hay dos sospechosos en prisión acusados del crimen, todavía el juez ni siquiera sabe si el crimen fue un «homicidio» o un «asesinato» y ni siquiera está claro si pudo haber participación de más personas en el crimen.
II. FUENTES FORENSES CUESTIONAN AHORA LA PROCEDENCIA DE LA INCINERACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO
En este blog he planteado varias veces mis serias dudas de que fuera procedente que el juez de instrucción de un crimen aún no aclarado pudiera permitir la destrucción del cuerpo del delito.
No parecían infundadas mis dudas.
El diario «El País», en una noticia publicada el 17 de octubre en su edición de Galicia, citando fuentes forenses, vuelve a plantear la cuestión.
Esta es la información a partir de una serie de fuentes que, según el diario, son la Guardia Civil y varios forenses consultados:
Las mismas fuentes explican que ha cobrado relevancia y está siendo estudiada una mascarilla hospitalaria de marca 3M. Fue hallada al filo de las seis de la mañana, la misma madrugada del domingo 22 de septiembre en que fue encontrado el cuerpo de Asunta. Estaba en la habitación que Porto ocupaba siendo niña en la casa de campo, dentro de una cesta de mimbre, junto a un pañuelo sucio y un cabo de una cuerda idéntica a la que apareció cortada en tres trozos al lado del cadáver. La luz ultravioleta reveló que había una sustancia alrededor de la boca del cadáver de la menor, pero sus restos fueron incinerados sin que se tomasen muestras de esta posible pista, según fuentes de la investigación.
III. ¿PODRÍA QUEDAR IMPUNE (TOTAL O PARCIALMENTE) ESTE CRIMEN?
Aún faltan algunos resultados de las pruebas de la autopsia.
Sin embargo, a día de hoy, sigue sin estar clara la calificación del hecho (¿homicidio o asesinato?) y sin aclararse enteramente quienes son (todos) los autores del crimen.
Resultaría terrible que el crimen pudiera quedar total o parcialmente impune por la decisión de destruir el cuerpo del delito.
POST-DATA (6-XI-2013)
El diario digital Republica.com habla ya claramente de «negligencias» en la instrucción entre las que incluye la destrucción del cuerpo del delito:
Por otro lado, crece el estupor social después de conocerse que las muestras de semen que aparecieron en la ropa de Asunta no provenían ni de un presunto agresor ni guardaban relación alguna con que en las cercanías del lugar en el que apareció el cuerpo hubiera un club de alterne, si no que son consecuencia de un error flagrante de la Guardia Civil, en el laboratorio mezcló la ropa de Asunta con la ropa interior de un violador que estaba siendo investigado en otro caso.
La investigación sobre el asesinato de Asunta investiga si el desencadenante del cambio de actitud de la madre pudo ser provocado por un desengaño amoroso que señalan todas las personas cercanas a la madre. Sería la relación de Rosario con un empresario gallego casado y con hijos. Dicen que estaba muy ilusionada con la relación y que muchas veces viajaban a Marruecos dónde tenían negocios, y que en el último vieja le pudo decir que quería continuar con su mujer porque estaba embarazada.
Esta negligencia provocará que la ropa que vestía Asunta no pueda ser utilizada como prueba en un caso en el que los expertos afirman que se han cometido otras negligencias, como el no haber evitado la incineración del cuerpo de la pequeña, lo que ha evitado que pudieran obtenerse pruebas alternativas en la investigación.
POST-DATA
Después de publicado este artículo, el juez ha calificado el crimen como «asesinato».
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