La prensa española no parece hacerse acreedora de mucha credibilidad. No otra puede ser la conclusión cuando se constata el ocultamiento sistemático de una noticia importantísima que no es otra que el reconocimiento oficial de que el equipo del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, fue objeto de espionaje por los «servicios de inteligencia» de su propio país.@Desdelatlantico
I. DONALD TRUMP DENUNCIA QUE FUE ESPIADO: GUERRA ENTRE EL «ESTADO CONSTITUCIONAL» Y EL «ESTADO PROFUNDO»
Es sabido que hay una guerra, declarada, entre el Estado constitucional norteamericano (a cuyo frente está el presidente electo de los Estados Unidos) y el «Estado profundo» (deep State) sobre todo desde que Trump derrotó a Hillary Clinton, que era la apuesta para que el poder del «Estado profundo» pudiera ejercerse con las formas del «Estado constitucional».
La denuncia de Trump de haber sido espiado por los servicios de inteligencia no es sino un reconocimiento de la existencia de esa guerra entre esos dos «Estados», el constitucional y el «profundo».
La existencia de una guerra entre el «Estado constitucional» y el «Estado profundo» fue ya objeto de ciertas denuncias en la época de las presidencias de Kennedy y de Nixon, pero ahora adquiere una dimensión nueva en términos mediáticos.
II. LOS MEDIOS ANTI-TRUMP INTENTAN RIDICULIZAR A TRUMP NEGANDO LA CREDIBILIDAD DE SUS ACUSACIONES…
En el marco de esta guerra entre el «Estado constitucional» y el «Estado profundo» se inscribe la estrategia consistente no ya en negar la acusación hecha por Trump sino en negar la credibilidad de su acusación.
A tal efecto el mismísimo jefe del FBI (Federal Bureau of Investigation) ha llegado a decir que «no hay pruebas» de que se esté espiando a Trump. Esta frase ha sido utilizada por la prensa hostil a Trump y alineada con el «Estado profundo» para ridiculizar las acusaciones de Trump como si fueran sólo una manifestación paranoica o delirante.
En todo caso, el intento de ridiculizar a Trump en este punto no puede hacerse sin altas dosis de cinismo. Gracias a las revelaciones de Edward Snowden, el más importante héroe contemporáneo, sabemos que los servicios de inteligencia de los Estados Unidos están llevando a cabo un espionaje masivo e ilegal. Ese espionaje masivo incluye a ciudadanos norteamericanos… y a líderes de países aliados. Las revelaciones de Snowden han demostrado que tanto el ex-presidente norteamericano Barack Obama como el ex-director de la NSA mintieron. Recordemos simplemente estos datos:
– «El jefe de la Inteligencia reconoce que mintió sobre los programas de vigilancia» (El País, 3-VII-2013)
– «Obama mintió cuando dijo a Merkel que no sabía que la NSA la espiaba» (ABC, 28-X-2013).
Sabiendo lo que sabemos tras las revelaciones de Snowden, ¿quien puede creerse que quien espió a una aliada (Merkel)… no espió a un adversario al que se profesa enemistad (Trump)?
III. … HASTA QUE EL PRESIDENTE DEL COMITÉ DE INTELIGENCIA DE LA CÁMARA DE REPRESENTANTES RECONOCE OFICIALMENTE QUE SE HA ESPIADO AL ENTORNO DE TRUMP
Esta era la situación cuando el día 22 de marzo de 2017 se produce la gran revelación. El presidente del Comité de inteligencia de la Cámara de Representantes, Devin Nunes (Núñez), en una comparecencia ante los medios reconoció, EXPLÍCITAMENTE, que ciudadanos norteamericanos relacionados con Trump fueron espiados, eso sí, de manera «incidental» una vez que Trump ya era el presidente electo. Véanse estas declaraciones en el video aquí enlazado (minutos 0:35-0:44). Además, este parlamentario ha confirmado que NINGUNO de esos espionajes al entorno de Trump tenía relación con Rusia (minuto 1:07-1:17).
La pregunta lógica es: si se espió al «entorno» de Trump… ¿cómo pudo no espiarse al propio Trump que está en constante relación con ese entorno?
IV. LA PRENSA ESPAÑOLA OCULTA ESTE RECONOCIMIENTO OFICIAL DEL ESPIONAJE AL ENTORNO DE TRUMP
Dado que la prensa española se ha sumado a la campaña anti-Trump y se ha dedicado a publicar artículos ridiculizando las acusaciones de Trump, ¿no sería lógico que también informara del reconocimiento oficial de que se ha espiado al entorno de Trump?
¿no tienen derecho los lectores a recibir información que desmiente otras «informaciones» publicadas anteriormente por esos mismos medios?
El asombroso ocultamiento de esta importantísima información es la prueba de que los medios españoles (y me refiero fundamentalmente a los periódicos de papel) ya no sirven a los lectores. Pero entonces, ¿a quien sirven?
