(PD).- No es nada fácil. Y además es muy aburrido. Lo de la Declaración de la Renta es un verdadero calvario incluso con el borrador que envían para facilitar la tarea.
Pero si hay que hacerla, lo mejor es no cometer errores, sobre todo si al final cuestan dinero.
Como cuenta Juan F. Cía en ADN que Gestha advierte de que tanto los borradores directamente confirmables como los pendientes de rectificación contienen fallos.
Lo peor no es el elevado porcentaje, sino que la falta de atino provoca que los ciudadanos no puedan beneficiarse de las deducciones fiscales previstas en la ley.
Por esa razón, los Técnicos de Hacienda se han inventado un flotador para todos los que estén perdidos en medio del mar y necesiten una solución para corregir el desaguisado.
Estos ponen a disposición de cualquier contribuyente un modelo de rectificación de borrador confirmado para aquellas personas que presentaran la declaración con algún error.
Además, también disponen de un listado de deducciones y omisiones más frecuentes por Comunidades Autónomas. Es tan sencillo como fijarse en los dos listados y rellenar el formulario de rectificación.
José María Mollinedo, secretario general de Gestha, asegura que la solución es muy sencilla: «Si alguien confirma su borrador, Hacienda le devuelve 200 euros y se percata que olvidó meter en su declaración una deducción por adquisición de vivienda habitual estimada en 450 euros, lo único que tiene que hacer es rellenar el modelo de rectificación y presentarlo. A la devolución de los 200 iniciales, se sumarán los nuevos 450 euros «.
Si una vez confirmado el primer borrador, usted se da cuenta que no incluyó una deducción y envía dentro de plazo otra declaración sin que todavía le hayan devuelto el dinero, «es posible que Hacienda le ingrese los segundos 450 euros y retenga los primeros 200 hasta que evalúe si se trata de una declaración complementaria o sustitutiva», asegura Mollinedo.
Esperar y cobrar intereses
Una opción alternativa al modelo de rectificación de borrador confirmado que aporta Gestha, es la que ofrece el Registro de Economistas y Asesores Fiscales (REAF): esperar y cobrar intereses.
El contribuyente que confirmó un borrador erróneo, puede esperar que el plazo de presentación finalice y solicitar una declaración de ingresos indebidos: en ese caso rellenaría un formulario en el que explicaría que ha pagado de más porque se le ha olvidado incluir una deducción.
Así, la Administración le devolverá ese importe más los intereses de demora -penalización por el tiempo que Hacienda tuvo retenido su dinero-. El plazo para completar esta ficha es de cuatro años. Cuánto más tiempo, más intereses. Hecho el sistema, hecha la trampa.
Para Rubén Gimeno, director del Departamento de Estudios del REAF, «esta opción es la más ventajosa por dos razones, la posibilidad de recibir un dinero extra en forma de intereses y sobre todo, evitar que uno pueda presentar una nueva declaración después de haberle devuelto Hacienda su dinero, lo que complicaría en exceso la devolución del importe de la nueva deducción».
Hay que revisar todo
Los Técnicos de Hacienda consideran especialmente importante la omisión de la «compensación fiscal por deducción en la adquisición de la vivienda habitual» (adquiridas antes del 20 de enero de 2006). En el caso de los matrimonios, el coste del olvido supone una factura de hasta 450 euros por cónyuge, si la inversión realizada por cada uno alcanza los 4.500 euros anuales.
La mayor parte de estos errores son por datos relativos a adquisición de vivienda, nacimientos de hijos o cambios de domicilio. La Agencia Tributaria ha advertido siempre de la necesidad de revisar los borradores y estima que los contribuyentes así lo hacen en la mayor parte de las ocasiones.
