Unas cifras que poco a poco van por buen camino. Las ventas de coches eléctricos en Europa casi se duplican en el primer semestre del año con un total de 166.905 unidades. Además, según datos de la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), España se convirtió en el país que registró el mayor crecimiento en las entregas de modelos eléctricos con una progresión del 141,5%, según recoge 20minutos y comparte VueltarapidaGT para Periodista Digital.
El mercado automovilístico cuenta con tres tipos de vehículos propulsados por electricidad:
Híbridos: este tipo de coches se caracteriza por tener una doble motorización, por un lado tienen un motor de combustión (el principal) y, por otro, un motor eléctrico. La batería eléctrica se recarga cuando el vehículo reduce su velocidad, es decir, este tipo de coches no necesita enchufe. En el supuesto de que la batería se descargue por completo, puede seguir circulando gracias a su motor de combustión.
Híbridos enchufables: igual que los coches híbridos, los enchufables también cuentan con dos motorizaciones: una de combustión y otra eléctrica que se utiliza de forma prioritaria. La batería se recarga de dos maneras: o bien cuando el coche reduce su velocidad o directamente desde un enchufe.
100% eléctricos: son vehículos propulsados exclusivamente por electricidad. Disponen de uno o varios motores eléctricos y basan toda su potencia y autonomía en la energía que aporta una batería recargable de alta capacidad. Entre las dudas principales que rodean a los coches eléctricos encontramos, la autonomía y la escasa red de recargas. Otro de los escollos es el coste. Si se compara el precio final de un coche eléctrico con otro tradicional, el primero es mucho más elevado, aunque puede verse disminuido por las diferentes ayudas disponibles para favorecer la compra de coches ecológicos (Plan Moves o Plan Movalt).