Es un cóctel letal y tiene dos ingredientes: coronavirus e ineptitud gubernamental.
Todavía no está cuantificado el efecto que tendrán las medidas de países como Gran Bretaña o Francia contra nuestro turismo y todo lo que rodea, pero pinta fatal la cosa.
Por el momento y sin contabilizar las últimas semanas, que han sido catastróficas, golpe histórico y durísimo al empleo en España.
Como era previsible, en el segundo trimestre del año, el paro subió en 55.000 personas, lo que significa un 1,6% más que el trimestre anterior. Se visualiza el enorme impacto de la crisis sanitaria y del estado de alarma que se extendió en el periodo de abril a junio. De esta forma, según refleja la EPA, la ocupación disminuyó en 1.074.000 puestos de trabajo (-5,4%).
Es el peor dato registrado durante estos tres meses en un segundo trimestre desde el año 2012, cuando el desempleo se incrementó en 63.100 personas. Por otro lado, el descenso de la ocupación ha sobrepasado todos los registros de la crisis de 2008.
Tal y como informa este martes 28 de julio de 2020 el Instituto Nacional de Estadística (INE), al finalizar el mes de junio, el número total de parados se situó en 3.368.000, y el número de ocupados, en 18.607.200 personas, en tanto que la tasa de paro escaló nueve décimas, hasta el 15,3%.
Las horas efectivas de trabajo realizadas han disminuido un 22,5%
Un dato significativo es que en el más de un millón de empleos perdidos entre abril y junio no forman parte los afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs), ya que la EPA los considera ocupados mientras la suspensión sea menor a tres meses.
Las horas efectivas de trabajo realizadas, han disminuido un 22,5% respecto al primer trimestre del año debido a la suspensión o la reducción de jornada de los trabajadores afectados por un ERTE, junto con otros tipos de ausencias al trabajo.
El número de ocupados que trabajó entre los meses de abril y junio fue de 13.901.000 personas, lo que equivale a poco más de un tercio de la población de 16 y más años.
En cuanto al incremento del paro en 55.000 personas entre abril y junio, el organismo indica que no todos los que perdieron su empleo en este periodo pasaron a clasificarse como parados, ya que una parte significativa pasaron a considerarse inactivos. Esto explica el significativo aumento de los inactivos durante el segundo trimestre (1.062.800 personas más).
