Los privilegiados que dilapidaron más de cuatro millones de euros

Los 10 caraduras que más dinero gastaron con la tarjeta black de Caja Madrid

Francisco Verdú, Esteban Tejera, Íñigo Aldaz y Félix Sánchez nunca activaron la visa black

Miguel Blesa y Rodrigo Rato, presidentes de Caja Madrid y Bankia en la etapa oscura de los gastos sin control, simbolizan con el detalle de sus tarjetas el despilfarro de toda una época

Los presidentes, directivos y consejeros de Caja Madrid y Bankia, la entidad rescatada por el Estado con 22.424 millones de euros para evitar su quiebra, despilfarraron sin control y desviaron para su uso privado gran parte de los 15,5 millones de euros que gastaron entre 2003 y 2012 con las tarjetas de crédito que recibieron, en teoría, para «gastos de representación».

Esos supuestos gastos de representación son en muchos casos de imposible justificación como tales, según el detalle de los pagos que el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu facilitó este 10 de octubre de 2014 a las partes.

El magistrado ha abierto una causa para investigar si hubo delito de apropiación indebida en el uso de esas tarjetas y ha citado como imputados el próximo jueves a los dos ex presidentes, Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y al ex director general Ildefonso Sánchez Barcoj.

Entre los miles de apuntes del detalle de gastos de los 86 consejeros hay cientos de cargos en hoteles de lujo, en viajes sin ninguna relación con la actividad de la entidad financiera, multitud de compras en tiendas de ropa, adquisiciones de joyas caras, de armas, de muebles, de ordenadores, de electrodomésticos, de fruta, de calzado y hasta de piezas de arte sacro.

También hay registros de cientos de retiradas de dinero en efectivo en cajeros que suman más de dos millones de euros y cuyo seguimiento es imposible porque no hay facturas que identifiquen a qué se dedicaron esos fondos.

Es importante reseñar que,además de los cuatro consejeros que no llegaron a activar este medio de pago -Francisco Verdú, Esteban Tejera, Íñigo María Aldaz Barrera y el fallecido Félix Manuel Sánchez Acal- un grupo de consejeros resultó notablemente más austero en sus compras que sus compañeros.

Así, por ejemplo, José María García Alonso, solo tiene dos apuntes que suman 251 euros en dos restaurantes en enero de 2003.

Gabriel Moreno, nombrado por CC OO, gastó 19.724 euros en cuatro años, aunque la mayoría de sus cargos son por almuerzos en restaurantes de categoría media y aparcamientos.

LOS 10 MÁS RUMBOSOS… CON DINERO AJENO

El periodista Íñigo de Barrónha hecho en ‘El País’ el desglose detallado de los privilegiados que dilapidaron más de cuatro millones de euros en Caja Madrid:

ILDEFONSO SÁNCHEZ BARCOJ. 574.000 euros.

El director general financiero era un veterano que llevaba 34 años en la caja, en donde su mujer también era directiva. Ascendió con Jaime Terceiro, se consolidó con Blesa y llegó al límite con Rato. Está imputado por ser supuestamente el organizador de la trama: retiró unos 180.000 euros de los cajeros y se gastó en la Nochevieja de 2009 16.291 euros. Solo en El Corte Inglés se gastó 100.000 euros, al margen de juguetes, fruta, entradas de cine, hoteles de lujo, compras en Loewe. Su sueldo era de 2,43 millones.

JOSÉ ANTONIO MORAL SANTÍN. 456.000 euros

El vicepresidente de la entidad asegura que ganó ese dinero tras “una gran dedicación a la entidad”, según ha declarado. El representante de Izquierda Unida ingresaba 526.000 euros como consejero de Caja Madrid y otras empresas participadas y sacó de los cajeros 366.350 euros. Tiene registradas 389 comidas en restaurantes, alguna de ellas en el exclusivo Zalacaín.

RICARDO MORADO. 448.300 euros.

El que fuera responsable de Sistemas y organización de Caja Madrid (ahora trabaja en el Santander), un experto en informática no quiso dejar rastro de sus gastos, quizá consciente de lo fácil que es rastrear los apuntes de las tarjetas. Morado extrajo 396.000 euros en efectivo, sin declarar, y era un buen cliente de El Corte Inglés, además de aficionado al esquí en Sierra Nevada y a los buenos restaurantes. Ganaba 1,55 millones.

MIGUEL BLESA. 436.700 euros.

El presidente de Caja Madrid desde 1996 a 2010 no parecía tener suficiente con los 3,5 millones de euros que ganó al final de su mandato y se pagó las mejores vacaciones de máximo lujo a cuenta de la tarjeta opaca. Safaris en África, más de 10.000 euros en vino, balnearios de lujo, hoteles de cinco estrellas superior, los mejores restaurantes de Madrid y Marbella, 82.000 euros en efectivo, y detalles chuscos como compra de ordenadores por 4.000 euros uno de los últimos días antes de abandonar Caja Madrid, que después necesitó 22.424 millones de los contribuyentes.

MATÍAS AMAT. 431.000.

Era el número tres de la entidad, muy cercano a Blesa, que le recompensó con un salario de 2,43 millones. Director general de Caja Madrid, procedente de Citibank, tenía gustos refinados, como demostró al protagonizar el mayor gasto de una sola vez de los 82 implicados en la lista de las tarjetas opacas: se gastó 15.000 euros en un establecimiento de muebles y antigüedades. También se gastó unos 10.000 euros en una joyería con un solo cargo, y acudió en bastantes ocasiones a Loewe, Hermés, Tiffany & Co para importantes compras.

RAMÓN FERRAZ. 397.900 euros.

Fue uno de los fichajes estrella de Miguel Blesa. Ramón Ferraz Ricarte, licenciado en Económicas y Empresariales, inspector de Finanzas del Estado en excedencia y censor jurado de cuentas, se incorporó a Caja Madrid en 1996, fue un hombre de máxima confianza de Blesa y asumió la dirección general de banca comercial. Realizó algún viaje de 6.000 euros, compras en Loewe, hoteles de cinco estrellas, joyas, paradores y una compra en El Corte Inglés por 6.000. Pero sobre todo Ferraz sacó efectivo de los cajeros en grandes cantidades: 220.000 euros. Ganaba 1,49 millones.

MARIANO PÉREZ CLAVER. 379.500 euros.

Licenciado en Económicas por la Universidad de Sevilla, trabajó para Induban, el banco industrial del Banco de Vizcaya, en el Zaragozano y en 1992 pasó a Caja Madrid, presidida entonces por Jaime Terceiro. Con Blesa se afianzó y llevó la dirección financiera. De la Corporación pasó a presidir SOS Cuétara, luego convertida en Deoleo, para pasar más tarde a la cúpula de NH Hoteles. Tiene compras de 6.000 euros en tiendas de alfombras, compras de muebles de varios miles de euros, así como gastos de 1.653 euros en comercios de confección textil. Su salario ascendía a 1,24 millones y sacó de los cajeros 69.000 euros. Restaurantes, viajes de más 9.000 euros a Milán, (y numerosos otras visitas a esta ciudad), armas por más de 5.000 euros, facturas del dentista y buenos hoteles completan su lista de gastos.

ENRIQUE DE LA TORRE. 320.700 euros.

Enrique de la Torre, secretario general del consejo de administración, es el origen de todo este escándalo. Según aseguran en Bankia, fue la lectura de su correo (publicado entre los correos de Blesa) cuando habló de “tarjetas black a efectos fiscales de los consejeros” lo que disparó la investigación. Muchos consejeros dicen que era el encargado de repartir las tarjetas y de dar las instrucciones: gastar en lo que queráis, siempre que no os paséis del límite establecido, y no hace falta traer justificantes. Quizá convencido de que las tarjetas eran opacas no dudó en sacar de los cajeros unos 224.000 euros, un dinero que no dejaba rastro fiscal. Su último salario conocido era de 2,41 millones.

JUAN ASTORQUI. 293.000 euros.

El responsable de comunicación de Caja Madrid era una persona muy cercana al presidente. Aficionado al mar, realizó grandes gastos con empresas náuticas, sobre todo en una situada en Estepona, donde llegó a gastar más de 11.000 euros. Los artículos de lujo, como compras en Yves Saint Laurent, representan algunos de los cargos, así como gasolineras, autopistas, compras de flores y plantas por 3.630 euros, así como la extracción de cajeros por 52.600 euros. Su último salario era de 800.000 euros.

MERCEDES DE LA MERCED. 287.900 euros.

La difunta consejera del Partido Popular realizó 1.618 apuntes en su cuenta entre 2003 y 2011. Tiene comidas en muchos restaurantes madrileños, entre los que destaca Zalacaín, por 265 euros, pero donde más gasto realizó fue en ropa, con facturas por valor de 37.000 euros; más de 9.000 en joyas, peluquerías y 2.346 euros en peleterías. En hoteles y viajes gastó también buena parte de este dinero.

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