“A pesar de que no la he visto, considero escandalosa la película Bésame, tonto”, argumentó el Padre Raymond Parr, director de la Legión de la archidiócesis de Milwaukee, para justificar la eliminación de esta película de la programación de Navidad, en diciembre de 1964. Era solo una pequeña parte de los múltiples “sambenitos” que sobre la película se fueron colgando, y que hoy día resultan incomprensibles para nosotros, ya que la cinta es vista con candidez por casi todos los públicos posibles: “una pieza absolutamente sucia y realista, que resulta reprobable, tanto desde el punto de vista ético como desde el punto de vista estético” (Legion of Decency), “gigantesca guarrada” (Life), “repugnante y exagerada bagatela» (New Yorker), “porquería, grosería” (New York Daily News), “nunca se había convertido una película en un caldo tan repugnante” (Hollywood Citizen News), y así sucesivamente, hasta llegar a la revista Time que sugirió que la película era el lógico producto de la sucesión de chistes verdes que se contaban sus autores a altas horas de la noche en los bares dudosos que frecuentaban.
El austriaco más famoso de todos los tiempos. Porque, eso sí, bebedores sí eran los involucrados en la película, empezando por su director, Billy Wilder, que incluso pide cócteles a las azafatas en los aviones. Wilder solía repartir entre los tramoyistas botellas de Jack Daniel´s durante los rodajes, y una vez invitó a todos a cervezas con cien dólares que había ganado trabajando como extra en una de sus propias películas.
Siendo ya muy mayor, pidió un cóctel en el vuelo de Los Ángeles a Nueva York y la azafata le dijo que le recordaba a Arnold Schwarzenegger. Lógicamente no era por el aspecto físico, ni siquiera porque les guste un mismo tipo de cóctel, sino porque ambos comparten el mismo acento vienés. De todas formas, Wilder, elevado a la categoría de “dios” en la famosa frase de Trueba, en un alarde de humildad, considera que Schwarzenegger es “el austriaco más famoso de todos los tiempos, exceptuando quizás a Mozart”.
Bebedor, sí, Billy Wilder, y también Dean Martin, fuera y dentro de la pantalla: en este caso el actor interpretándose casi a sí mismo, a un famoso cantante de nombre Dino que llega por azar a la recóndita ciudad de Climax. El papel lo había empezado Peter Sellers, pero le dio un infarto y tuvo que dejarlo, dejando a deber también cien dólares a Wilder, suma que utilizó para ir con sus hijos a Disneylandia.
Bebedora también la prostituta Polly La Pistola, interpretada por Kim Novak (que se retiró ocho meses al sur de San Francisco tras el escándalo con la película), y que al final es la que tiene mayor moralidad, en una suerte de enredos que, a pesar de sus claras connotaciones morales y sexuales, hoy día se nos antojan casi infantiles.
Pero, quizás también por todos los escándalos, una película que suponía un anticipo de la revolución hippie y que fue ascendida a la categoría de mito (León de Oro en el Festival de Venecia y considerada para todos los públicos en Estados Unidos ya en 1970) y a la que, como a muchas otras, se le rindió pleitesía a través de un cóctel, el Bésame, tonto, cóctel apto para la mujer legítima que deja su puesto ocasionalmente a la prostituta, quien también puede disfrutar de su sabor. Un cóctel empalagoso, voluptuoso, contrarrestado con la acidez del limón, con las burbujas de la soda cosquilleantes en la lengua, preparada, tras la ingestión de este cóctel dulce y seductor, para un beso largo o apasionado. Beber y besar, al final, no son ninguna tontería.
LA FÓRMULA.
KISS ME, STUPID: En coctelera con hielo verter una cucharadita de azúcar, el zumo de medio limón recién exprimido, una copa de Advocaat (licor de huevo) y un chorrito de Curaçao azul. Agitar y servir en vaso alto con hielo, completando con soda y adornando con una guinda verde y otra roja.
· Si no tiene Advocaat, puede utilizar Licor 43.
· Si no tiene Curaçao azul, utilice Cointreau u otro triple seco.
· SNOWBALL: en vaso alto con hielo, sirva una copa de Advocaat y complete con limonada, refresco de limón o bitter de limón, adornando con una rodaja de este cítrico.
· GREEN MONSTER: en coctelera con hielo verter un cuarto de vodka, un cuarto de Advocaat, un cuarto de Cointreau y un cuarto de Curaçao azul. Agitar y servir en vaso alto con hielo, completando con un refresco de limón con gas.
· THE FLUFFY DUCK: en vaso alto con hielo verter una parte de ron blanco y otra de Advocaat, completando con limonada, Revolver y verter en la superficie un chorro generoso de nata líquida, con ayuda de una cuchara invertida, adornando con una fresa y una ramita de menta fresca. La nata es “el plumón del pato”, que da nombre al cóctel.
OTROS CÓCTELES CON BESO:
· KISS ME QUICK: en vaso alto, con hielo picado, poner una copa de Pernod (o absenta), un chorrito de Curaçao rojo y dos golpes de angostura. Revolver con una cuchara larga, completar con soda y servir con pajita.
· KISS ME SLOW: en coctelera con hielo poner el zumo de medio limón, un tercio de triple seco o Cointreau y dos tercios de ron blanco, agitar y servir en copa de cóctel.
· KISS KISS: en coctelera con hielo verter un tercio de ginebra, un tercio de cherry brandy y un tercio de vermouth blanco dulce. Agitar y servir en copa de cóctel o en copa de champán baja.
· KISS ME BOY: en coctelera con hielo verter un tercio de zumo de naranja, dos tercios de vodka, 3 golpes de marrasquino y otros tres de jarabe de frambuesa. Colar en copa de cóctel, adornando con una guinda y una corteza de naranja.
· KISS ME BOYS GOODBYE: en coctelera con hielo verter dos tercios de brandy, un tercio de ginebra, un chorro de zumo de limón y un poco de clara de huevo. Agitar, colar y servir en copa de cóctel.
PARA CONOCER EL ADVOCAAT.
· El Advocaat es un licor holandés de unos 18º elaborado a base de coñac, huevo, vainilla y azúcar, aunque hay algunas variedades que tienen sabor a café o a chocolate.
· El nombre es una degeneración de “avocado”, denominación portuguesa-brasileña del aguacate, por lo que algunos piensan que es un licor que contiene esta fruta. Actualmente esto no es cierto, aunque el nombre del licor sí proviene del aguacate.
· El caso es que los colonos portugueses y holandeses que fueron a Brasil, hicieron un licor que contenía aguacate y que llamaron “avocado”; los colonos holandeses lo quisieron seguir haciendo al volver a su país pero al no poder disponer de la fruta, la sustituyeron por la yema de huevo, con lo que pudieron reproducir un licor de textura y color similar.
· Hay un Advocaat muy espeso, que se consume con ayuda de una cucharilla especial, acompañándose de una pasta, y un Advocaat más líquido que es el que se suele usar para combinar.
· Warninks es una casa holandesa fabricante de Advocaat que llega a cascar decenas de miles de huevos por hora, hasta llegar a los 60 millones anuales. Es fácil de ver en España la marca Bols, quien también fabrica la conocida ginebra holandesa.
. Hay una versión italiana del Advocaat, hecha con Marsala. En España, aunque su fórmula es celosamente guardada, disponemos de una versión autóctona, que se revindica procede de los cartagineses que fundaron Nueva Cartago o Cartagena: el Licor 43.
· El Advocaat debe tener un mínimo de 150 gr. de azúcar o miel por litro, y un mínimo de 140 gr. de yema de huevo por litro.
· El fundador del grupo pop Paraíso, Fernando Márquez “El Zurdo”, escribió un libro de cuentos que yo le edité en los primeros 80 titulado “Todos los chicos y chicas” (Ediciones de la Banda de Moebius), en donde se cuenta la historia del grupo Tequila (que toma el nombre de la bebida mejicana) y lo sustituyó, para no ser demasiado explícito, por un grupo llamado Advokaat, pero para quien lea el relato será fácilmente identificable a quién describe en realidad.
