Qué energía queremos
Estamos hasta las narices, y con razón, del elevado precio de la energía. Pero no parecemos dispuestos a racionalizar ni su producción ni su consumo. Queremos mucha energía y, además, barata, para seguir con el aire acondicionado a tope, con todos los electrodomésticos puestos a la vez y dejando encendida la luz en habitaciones en las