Llevo una semana sin servicio de Moviestar Plus. Mi amplificador de señal wifi apareció fundido al regreso de mis vacaciones y no hay manera de que me sustituyan el aparato de marras. Es un calvario: llamadas diarias, pérdida de tiempo y energías y la sensación de que esta compañía -en teoría de bandera- está francamente mal organizada. Y de compensaciones, nada de nada. El comercial de turno te remite a la página web.
Es el viejo truco de dar siempre facilidades a quien quiere darse de alta y hacer la vida imposible a quien desea darse de baja.
Si quieren que les atiendan la llamada con rapidez, indiquen al 1002 o al 1004 que desean contratar un nuevo producto. Raudo y veloz un comercial les atenderá de viva voz. Si no es así, prepárense para un viacrucis de líneas saturadas y estridente música de fondo que solivianta los ánimos del más bregado. Y lo peor es cuando se pasan la llamada los unos a los otros y hay que repetir la historia desde el principio, lamentable remedo del día de la marmota.
(Cuánta calidad de servicio falta todavía en este país…)