Su mujer le denunció porque llegaba a casa "oliendo a sexo y alcohol"
Kenneth Douglas, trabajador de 60 años durabte más de dos décadas en la morgue de Hamilton, Ohio, has sido condenado por necrofilia tras declarar que había mantenido relaciones sexuales con al menos cien cadáveres.
En su confesión, explicó que había abusado de tres cuerpos de mujeres, pero que había tenido sexo con un centenar de cadáveres.
«Solo quería subirme encima de ellos y bajarme los pantalones», declaró.
BORRACHO Y DROGADO
Afirmó que la mayoría de las veces estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas. A pesar de ellos, fue declarado culpable de «abuso flagrante» en los casos de tres jóvenes: Karen Range, que fue casi decapitada; Charlene Appling, que estaba embaraza de seis meses cuando murió estrangulada; y April Hicks, que murió tras caerse de una ventana de un tercer piso, según recoge ‘Wcpo’.
Tras esta resolución, las familias de las tres víctimas demandaron al condado de Ohio por permitir que esto sucediera en una de sus instalaciones. Desde la institución mantuvieron que no podían ser responsables de los actos de todos sus empleados.
Sin embargo, el Tribunal de Apelación ha decidido que fue «una imprudencia» no supervisar a Kenneth Douglas y que sus supervisores eran conscientes de lo que estaba haciendo. Esta última demanda es la cuarta a la que se enfrenta este extrabajador de la morgue.
Una de las claves del caso ha sido el testimonio de su propia mujer. Ella misma llamó personalmente a la morgue para alertar de que su marido llegaba a casa con olor «a sexo y alcohol». A pesar de su advertencia, desde la morgue le explicaron que «pase lo que pase en la propiedad del condado es asunto del condado».
