Si la ruptura de Orianne Cevey y Phil Collins tras más de veinte años de relación sentimental -con varias idas y venidas- y dos hijos en común aterrizaba en la prensa británica por sorpresa a mediados de octubre de 2020 -impulsada por una infidelidad de Cevey, que habría okupado la casa del músico con otro hombre-, unas semanas después, ha trascendido la guerra abierta que ambos mantienen en lo que al reparto de sus bienes se refiere.
Mientras Orianne asegura que el signatario de ‘Another day in paradise’ le prometió la mitad de su mansión de Florida, él lo niega y no cesa en el intento de echarla de la vivienda, donde ella continúa residiendo con su nueva pareja y un pequeño grupo de guardaespaldas que vela por su seguridad.
Puesto que él no está dispuesto a cumplir con el deseo de su exesposa, ella ha tomado la determinación de destruir la imagen pública del cantante, aireando sus supuestas costumbres de «ermitaño» y subrayando su impotencia sexual y la turbia relación que tiene con el alcohol -según la mujer de 46 años, Collins bebe en exceso-.
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«Su hedor se volvió tan penetrante que se convirtió en un ermitaño, negándose a interactuar personalmente con cualquier persona», ha expresado Orianne, que ha incidido en el hecho de que Collins se negó a ducharse e incluso a lavarse los dientes durante casi todo el 2019, tal y como ha publicado el sitio web TMZ.