ÚLTIMO CAPITULO DOCUSERIE 'UNA VIDA BÁRBARA'

Sexo, mentiras y cintas de vídeo: intrahistoria del escándalo entre Bárbara Rey y el Emérito

La vedette y el monarca vivieron una historia de amor en dos época distintas que acabó en 1994

Bárbara Rey y Juan Carlos I.
Bárbara Rey y Juan Carlos I.

La docuserie Una vida Bárbara emitió su último capitulo el 3 de mayo de 2023. Se despidió con un buen dato de audiencia para los tiempos que corren (el 13 % de share). En él repasó el final de su polémica historia de amor con el rey Juan Carlos I. Uno de los episodios más oscuros de su vida.

Bárbara Rey y el Emérito se conocieron en 1977, después de que la rubicunda totanera hiciera campaña por la UCD de Adolfo Suárez. Durante años la versión más extendida es que fue el presidente, sabedor de los gustos de su amigo el monarca, quien le presentó a la actriz. Sin embargo, tal y como ella ha contado, la pareja se conoció después de que Juan Carlos de Borbón la llamara por teléfono. La actriz en un principio pensó que se trataba de una broma, hasta que el hombre que llamaba (el rey) le dio un número de teléfono para que se cerciorase de que era verdad. Cuando la actriz marcó el número descubrió que estaba llamando a Zarzuela.

Empezó así una relación intermitente que la vedette compaginó con sus historias con Paquirri o el ministro Joaquín Garrigues-Walker, fallecido en 1979. Esta primera etapa en la historia entre el monarca y la artista terminó cuando en 1980 la murciana se casó con el domador Ángel Cristo. Un matrimonio marcado desde el principio por los malos tratos y que terminó con un sonado divorcio en 1989. Tras el fin de su matrimonio, la vedette inició una época marcada por la escasez de trabajo y una constante presencia en la prensa del corazón.

Unos meses después retomó la relación con el monarca. Fue esta segunda etapa, que llega hasta 1994, cuando la historia de amor se tornaría en un complejo juego de espías y asuntos de Estado donde lo personal se mezclaba de forma impúdica con lo político. En eso años de reencuentro la pareja se veía en un chalet en la calle Sextante de Madrid. Un piso franco del CESID (Centro Superior de Investigación para la Defensa) hoy CNI (Centro Nacional de Inteligencia) que se usaba para estos menesteres y tener vigilado y ¿protegido? al Jefe del Estado.

Presuntos chantajes

No sería este chalé-plató (estaba lleno de cámaras) el único sitio donde se desarrollaría esta segunda etapa del amor entre el Jefe del Estado y la actriz. También se verían en la casa de Bárbara en Boadilla del Monte. Según publicó Interviú en julio de 1997, la murciana compró en la Tienda del Espía, en la calle Alcalá de Madrid, equipo técnico para grabar imagen y sonido. Según el citado semanario, Bárbara colocó cámaras en los rieles de las cortinas del dormitorio y en la pantalla de la televisión del comedor, entre otros lugares.

Bárbara Rey en los años 90.

Bárbara Rey en los años 90.

En 1994 el Rey hizo saber a Bárbara que la relación había terminado. Formaba parte de su vida desde hacía tiempo Marta Gayá, uno de los grandes amores de su vida. Fue en ese momento cuando empezó la parte más oscura de esta historia. Según dejó escrito Emilio Alonso Manglano, Jefe del CESID entre 1981 y 1995, se llegó a un acuerdo económico con la artistas que incluía un jugoso contrato con Televisión Española para presentar el programa Esto es espectáculo junto a Ramón García. Dos años después, coincidiendo con la llegada al poder de José María Aznar, el programa se acaba y vuelve el problema.

1996 y gran parte de 1997 son años de tiras y aflojas entre Bárbara y lo que llaman el ‘Estado profundo’. Su casa fue asaltada en varias ocasiones. En noviembre de 1996 apareció en la vida de Bárbara Rey una peculiar mujer Cristina Ordovás, presunta aristócrata y vieja conocida de los Servicios Secretos. En junio del 97, la actriz anunció que habían penetrado en su casa en ocasiones y señaló públicamente a Manolo Prado y Colón de Carvajal, hombre para todo del rey en esa época. El escándalo fue de órdago a la grande y todos los medios se hicieron eco de la relación entre la vedette y «una alta personalidad del Estado». No daban el nombre pero no hacía falta. Se vetó su presencia en Tómbola en un escándalo sin precedentes. A pesar del veto ella se presentó en la emisora de Canal 9 en Valencia y tuvo que ser sacada de allí por «unos hombres de negro». La bola cada vez era más grande y por todas las redacciones de Madrid, como Interviú o COPE, circulaban cintas de audio con las conversaciones de la pareja.

Finalmente, en el año 2000 Bárbara comenzó a presentar un programa de cocina en Canal 9. Tal y como relata Fernando Rueda en el libro Los servicios secretos y la Casa Real (La Esfera de los Libros) el contrato se mantuvo hasta 2005. El primer ministro de Defensa de José Luis Rodríguez Zapatero, José Bono dio la orden de acabar con los pagos a la vedette. Unos pagos que ella siempre ha negado. Lo ha vuelto hacer en su docuserie.

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