Julio Iglesias ha vuelto a acaparar titulares, pero esta vez no por un nuevo éxito musical, sino por una operación inmobiliaria cargada de simbolismo y obstáculos.
El artista de 81 años, junto a su esposa Miranda Rijnsburger, ha adquirido recientemente una espectacular mansión en el pequeño municipio de Piñor, en la provincia de Orense, tierra natal de su padre, el doctor Julio Iglesias Puga.
Este movimiento supone el regreso del cantante a sus raíces gallegas tras décadas residiendo entre la República Dominicana y Bahamas.
La vivienda, conocida como Santa Lucía, pertenecía hasta hace poco al exalcalde de Orense, Manuel Cabezas, y destaca por su arquitectura inspirada en los tradicionales pazos gallegos.
Con más de 1.300 metros cuadrados construidos, piscina, lago artificial y extensos jardines, la propiedad representa una nueva joya dentro del ya vasto imperio inmobiliario del artista.
Julio Iglesias compra una mansión en un pequeño pueblo gallego conocido por fabricar ataúdeshttps://t.co/Kq0T7aGTW2 pic.twitter.com/W9y4P88TxB
— el Nuevo Herald (@elnuevoherald) June 8, 2025
El inesperado escollo: la dificultad para ampliar la finca
Sin embargo, la idílica adquisición ha tropezado con un problema que ni el propio Iglesias ni su entorno esperaban: la complejidad para comprar los terrenos colindantes y completar así el proyecto personal que tenía en mente para disfrutar plenamente de su nueva residencia.
- La familia Iglesias desea ampliar la propiedad adquiriendo granjas y fincas rústicas adyacentes, muchas de ellas heredadas y con propietarios difíciles de localizar.
- El proceso se está mostrando lento y farragoso debido a la dispersión y desconocimiento del paradero actual de los titulares de esos terrenos.
- El trámite es puramente burocrático, pero impide culminar la visión integral que el cantante tiene para su refugio gallego.
Este tipo de complicaciones son habituales en zonas rurales como Piñor, donde las propiedades han pasado de generación en generación y muchas veces los herederos residen lejos o incluso fuera del país. Así, aunque no se trata de un impedimento insalvable, sí está retrasando los planes del matrimonio para adaptar la finca a sus necesidades personales.
Adaptaciones para una nueva etapa vital
La adquisición no es solo sentimental: responde también a las necesidades actuales del artista. Julio Iglesias, que en los últimos años ha visto mermada su movilidad debido a problemas en la columna (se le diagnosticó un osteoblastoma), busca adaptar la casa para favorecer su rehabilitación.
Entre las reformas más relevantes destacan:
- Modificación de la piscina: se está reduciendo su profundidad para que el cantante pueda realizar paseos terapéuticos y ejercicios acuáticos seguros.
- Rediseño de jardines y mejora de accesibilidad.
- Se especula con la posible construcción de un helipuerto —como ya tiene en su finca malagueña— para facilitar los desplazamientos discretos del artista.
Todo ello bajo la supervisión directa de Miranda Rijnsburger, quien ya se habría instalado provisionalmente en Galicia para coordinar las obras y trámites.
El imperio inmobiliario de Julio Iglesias: lujo global
Esta nueva mansión gallega se suma a una lista impresionante de propiedades que consolidan a Julio Iglesias como uno de los artistas con mayor patrimonio inmobiliario del mundo:
- En Ojén (Málaga) posee “Las Cuatro Lunas”, una finca valorada hace años en más de 145 millones de euros.
- En la exclusiva isla estadounidense de Indian Creek (Miami) adquirió una mansión por 11,6 millones y suma casi 30.000 metros cuadrados entre varias parcelas.
- Además, mantiene residencias en lugares como Punta Cana (República Dominicana) y Bahamas.
Según estimaciones recientes, la fortuna total del cantante ronda los 750 millones de euros, buena parte invertida en activos inmobiliarios repartidos por Europa y América.
Un regreso sentimental cargado de futuro
La compra en Galicia no es casual. Es un tributo al origen familiar —su padre nació a apenas media hora del nuevo hogar— y representa también una vuelta simbólica a sus inicios. Iglesias nunca ha ocultado su apego por Galicia; incluso le dedicó una canción emblemática en los años setenta, “Un canto a Galicia”.
La llegada del cantante al pequeño Piñor ha causado revuelo entre sus apenas 1.100 habitantes. La discreción sigue siendo marca registrada: se espera que Iglesias pase allí parte del verano rodeado únicamente por Miranda y algunos de sus hijos.
Claves del caso Iglesias en Galicia
- La operación supera ampliamente el millón de euros; algunas fuentes hablan incluso de cifras cercanas a los cuatro millones si se suman obras e impuestos.
- La principal traba actual es estrictamente legal: sin cerrar la compra de los terrenos colindantes no podrá ejecutar todas las reformas previstas.
- La adaptación del entorno responde tanto a motivos personales (rehabilitación) como a garantizar privacidad y comodidad máxima.
Mirada al futuro: ¿desbloqueo inminente?
Pese a los contratiempos burocráticos, todo apunta a que Julio Iglesias logrará superar este obstáculo con paciencia y determinación. Su historial como inversor inmobiliario demuestra capacidad para sortear retos complejos. La expectación vecinal es máxima ante lo que puede convertirse no solo en un nuevo capítulo personal para el cantante, sino también en un impulso mediático para esta tranquila zona rural gallega.
Así, mientras finalizan las gestiones legales y las obras avanzan bajo estricta confidencialidad, Piñor se prepara para recibir este verano —quizás ya— al vecino más ilustre que haya tenido nunca.