Ahora, decenas de madres sospechan que fueron víctimas de esta red de tráfico de menores, ya que muchas ni siquiera pudieron ver el cadáver de su bebé
«Abrí el arpón grande y encontré el cuerpo de un bebé». Su testimonio es desgarrador. En los años 70 y 80 la Clínica San Ramón de Madrid operó como una auténtica casa de los horrores. Decenas de niños fueron dados en adopción. Lo que no se sabía eran los procedimientos para hacer el trámite.
Una empleada que trabajó en la época en ese hospital ha roto su silencio para contar todo lo que vió allí dentro. Esta mujer ha confirmado que en la clínica madrileña robaban niños recién nacidos a sus madres para venderlos. Y no es este el único testimonio. Como se recoge en el blog losrealejos, Nuria M. T. cuenta en el informe que:
«Su madre dio a luz a su hermano Luis en su casa el 21 de abril de 1965 en Aranjuez, pero «mi madre fue llevada a la Maternidad de O’Donnell ya que mi hermano había nacido antes de término». Cuando llegó a la maternidad se lo llevaron a la incubadora mientras extraían la placenta a la madre.
«No le vieron más; a los siete días les comunicaron a mis padres la muerte del niño; causa: Otitis», señala su hermana. Sin embargo, según ha investigado González de Tena, y se acredita «en La evolución de la mortalidad infantil en España (1964), no existe ni un solo caso de muertes acreditadas por esta causa», señala».
UNA RED DE TRÁFICO DE NIÑOS
La ex trabajadora, que trabajó durante tres años en el centro hospitalario, confiesa que se montó una auténtica red de tráfico de niños. La ex empleada recuerda un caso de una joven cuyos padres pagaron al doctor Vela para que hiciese desaparecer al recién nacido ya que no querían que tuviese el niño. Con el pretexto de que había fallecido durante el parto, el doctor robaba a los bebés para darlos en adopción.
Es más, la clínica conservaba a recién nacidos en frigoríficos para mostrar el cadáver a los padres como si fuese su hijo, ya en adopción. Ahora, decenas de madres sospechan que fueron víctimas de esta red de tráfico de menores, ya que muchas ni siquiera pudieron ver el cadáver de su bebé.
ENFERMERAS SIN TITULACIÓN
Además, la ex trabajadora afirma que no había enfermeras tituladas y que no se realizaba ningún tipo de inspección. Ya en 1981, la revista Interviú publicó una serie de reportajes que destapaban esta red de adopción ilegal.
Los afectados por las irregularidades de la Clínica San Ramón han abierto un grupo en Facebook: «LA VOZ de los Adoptados «Afectados por el tráfico de menores.»