EL TRIPLE CRIMEN TUVO LUGAR EN LA PEDANÍA DE ALGODA (ELCHE)

Un chaval de 15 años mata a tiros a sus padres y a su hermano, después de que le castigaran sin wifi por las malas notas

El menor convivió tres días con los cadáveres de su familia sin arrepentimiento alguno

Un chaval de 15 años mata a tiros a sus padres y a su hermano, después de que le castigaran sin wifi por las malas notas

Escalofriante.

Los tres fallecidos presentaban enormes heridas, consecuencia de los cartuchazos disparados con una escopeta de caza.

El chaval, que tiene sólo 15 años. ha sido detenido en Elche por el asesinato de sus padres y su hermano pequeño, de tan sólo 10 años.

El pasado martes 8 de febrero, un adolescente de 15 años asesinó a tiros con una escopeta de caza a su padre y apuñaló a su madre y a su hermano de 10 años, crimen que no confesó hasta el viernes 11 de febrero.

El triple crimen tuvo lugar en un domicilio de la pedanía de Algoda, Elche, el menor convivió tres días con los cadáveres de su familia sin arrepentimiento alguno, fue a su tía a quien le confesó lo que había hecho cuando.

La tía de Santiago, hermana de su madre, acudió a la vivienda familiar el 11 de febrero al no tener ninguna noticia de sus parientes, tras tres días el joven le terminó confesando: «He matado al papá, a la mamá y a mi hermano con la escopeta, he discutido por las notas«.

Según confirma la Policía, el joven suspendió cinco asignaturas y su madre le cortó el wifi, además el joven se negó a realizar las tareas que realizaba la familia en el campo.

Cerca de su casa, el menor que no tenía antecedentes violentos y mostraba una imagen tímida, apiló uno encima del otro los cadáveres de su familia con una terrible frialdad, ya que estuvo respondiendo los mensajes de WhatsApp que le llegaban a su madre y jugando a videojuegos encerrado en casa como si nada.

Cadáveres

Angelita, una anciana vecina de la familia, a quien conocía desde hace años y cuyo hijo iba al mismo colegio que el menor explica: «Se ve que la madre le quitó el móvil y la tablet, y eso le afectó a la cabeza«.

Esta anciana afirma que su hijo, quien tenía información cercana a la investigación de fuentes policiales, le contó que Santiago mató a puñaladas a su madre y a su hermana, y soló usó la escopeta de caza con su padre.

El menor esperó a que su padre volviera del trabajo, le asestó dos disparos a su padre y cuando este, todavía vivo pero moribundo le pregunto: «Pero qué haces» le terminó rematando con un tercer disparo.

Santiago iba al instituto de secundaria público Periodista Vicente Verdú, recientemente abierto y para justificar su ausencia a las clases les dijo a sus compañeros que tenía la COVID y que por ese motivo se había quedado confinado en casa.

Al menor le «daba pereza» estudiar y se negaba a ayudar en las tareas agrícolas a la familia, por estos motivos comenzó la discusión con su madre de 52 años, que fue quien le castigó sin wifi.

Hacía solo dos años que la madre había decidido instalar Internet con wifi en su casa, ya que rechazaba estas tecnologías por otro lado, Santiago discutía con su hermano propio de la edad pero según afirman sus compañeros nunca le pegó.

Su padre, de 51 años, trabajaba en una empresa de mantenimiento de señales de tráfico para el Ayuntamiento y era aficionado a la caza, lo que facilitó el acceso de su hijo al arma del crimen.

En el colegio donde estudiaba Santiago, una de las lecturas recomendadas era la novela ‘La edad de la ira‘, de Nando López, donde un adolescente asesina a su padre y lastima gravemente a su hermano, esto se asimila mucho a lo ocurrido en esta vivienda familiar en Algoda.

Los investigadores tratarán de clarificar si este dato es relevante o es una macabra casualidad.

Tras ser arrestado el 11 de febrero, el menor, autor confeso del doble parricidio y el fratricidio pasó dos noches en el calabozo especial para menores de edad en la Comisaría de Elche, el 13 de febrero pasó a disposición de la Fiscalía de Menores, donde decidirán su internamiento.

El grupo de Homicidios investiga lo sucedido, según las primeras hipótesis, se trató de una discusión por las malas notas del muchacho y un castigo por parte de los padres, quienes le dejaron sin acceso a Internet y le retiraron la videoconsola, lo que desencadenó la tragedia.

Ya en comisaría, los investigadores quedaron anodadados porque el adolescente no mostraba el más mínimo remordimiento ni se arrepentía de su terrible acción.

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