Me mandan amigos de toda España artículos de prensa con la noticia de que dalecandELA -la asociación que fundó mi amigo Jaime Lafita junto a un grupo de familiares y amigos incondicionales- es candidata al Premio Princesa de Asturias de la Concordia. Y claro, tengo que frotarme los ojos y digerir la noticia.
DalcandeELA se fundó con el propósito de plantar cara a la ELA -enfermedad por ahora sin cura conocida y con fecha de caducidad que le fue diagnosticada a Jaime hace más de cinco años- a base de buscar sponsors y organizar eventos deportivos, culturales, conciertos, exposiciones, rifas, etc. Y todo para poner una enfermedad tan desconocida como la ELA en el campo de visión del público y recaudar fondos para la investigación de la enfermedad y la ayuda a los enfermos. Pues bien, no sólo han arrasado -sólo en 2021 donaron medio millón de euros- sino que no paran de crecer.
Pero el sólo hecho de que el historiador Fernando García de Cortázar se haya tomado la trabajera de presentar la candidatura de dalecandELA a los premios más prestigiosos de España y que un prestigioso jurado se siente a estudiar sus méritos y debatir sus posibilidades de ser premiada… Nos emociona a los que estamos cerca de Jaime y le hemos visto dejarse la piel en esta lucha.
Por el camino en este duro viaje, que dura ya más de cinco años, jamás le hemos escuchado una sola queja, ni siquiera después de subir al Teide, o de meterse novecientos kilómetros de bici en el cuerpo -tras dos días de navegación a vela desde Guecho, Vizcaya- para llegar desde La Rochelle al Parlamento Europeo en Bruselas y explicar lo que es la ELA a los mandamases de la política europea, que le recibieron emocionados.
Cuando Jaime recibió el mazazo del diagnóstico se podía haber encerrado en casa a llorar y a mirar cómo el reloj empezaba la cuenta atrás. Pero los que le conocemos bien sabíamos que no se iba a rendir jamás. Como le dijo hace poco a toda la plantilla del Athletic, reunida frente a él en el complejo de entrenamiento de Lezama: “no os rindáis en la puta vida”. Desde luego él les demostró que no se rinde, y a los del Athletic les faltó poco para llorar. Qué gran ejemplo.
Cuando le hablamos de la candidatura él se limita a esbozar esa sonrisa picarona que tiene y a mirarnos con esos ojos con los que está aprendiendo a hablar -pues con la boca ya le cuesta mucho hacerlo- y que en este caso reflejan incredulidad: ¿un premio?, ¿a mi?, ¡estáis todos chalados! Pues sí, Jaime, conseguir este premio es muy, muy difícil y seguramente estás en lo cierto, pero torres más altas han caído y además te lo mereces con creces. El premio y mucho más.
Hace unos días se presentó en Bilbao el documental Tándem, que recoge la peripecia náutica y ciclista del viaje a Bruselas. Tándem se puede ver aquí y no tiene desperdicio. Pues bien, después de trajinar todo el día con los preparativos, de salir al escenario en el acto de la presentación, de atender a Matías Prats en una entrevista en directo para Antena 3 junto a su buen amigo Juan Carlos Unzué -otro enfermo de ELA, otro Señor, otro valiente, otro crack-. Después de tomarse unas cañas por Bilbao para relajarse tras el subidón del acto. Después de acostarse a las tantas… a las siete de la mañana Jaime estaba en pie de guerra otra vez para irse a Bilbao con su tándem y meterse en su cuerpo serrano noventa kilómetros de cuestas, que es el recorrido “light” de la clásica cicloturista Bilbao-Bilbao. Es importante recalcar que a Jaime le tienen que ayudar a subir y bajar de la bici, porque él sólo no puede y se cae. Llegó destrozado, claro, pero llegó, y además salió en muchos medios, con lo que estoy seguro de que más de un enfermo de ELA se emocionó viéndole poner la ELA una vez más en las pantallas de TV y en los periódicos de toda España, con la falta que hace eso. Y van ya tantas veces que lo hace que casi todos hemos perdido la cuenta. Los enfermos no.
Pues bien, la misma tarde de la Bilbao-Bilbao llamé a Jaime para recordarle que tenía las entradas que nos habían mandado Los Secretos para su concierto en Bilbao. Los Secretos -otros Señores, con mayúsculas- no sólo han apoyado la candidatura de Jaime, sino que además le han mandado un cariñosísimo vídeo que han grabado dándole ánimos. Pero el pobre Jaime me dijo que estaba reventado y que no podía ni moverse, y me pidió que les diera un fuerte abrazo a Los Secretos, cosa que hicimos mi mujer y yo.
Y como Los Secretos otras sesenta personas de gran prestigio han apoyado la candidatura. Personas de todos los ámbitos de la sociedad, músicos como Ramón Arcusa, Ara Malikian o Miguel Ríos. Deportistas, como Miguel Induráin, John Rahm o Carlos Sainz. Periodistas como Carlos Herrera, Carlos Alsina o Luis del Olmo. Catedráticos y escritores como Fernando Savater, Jon Juaristi, Juan Pablo Fusi o Mikel Buesa. Destacados médicos, investigadores, empresarios… La lista es muy extensa y tiene mucho nivel. Todos apoyan a Jaime y a una causa que vale mucho la pena apoyar.
Me dice Jaime que esa demostración de solidaridad tan abrumadora que ve por parte de su círculo más cercano, pero también de gente que ni siquiera le conoce personalmente, le recuerda que en este caótico mundo en que vivimos, rodeados de dramas, de tragedias y de noticias horribles, hay mucha gente muy buena, hay muchísimos más buenos que malos en el mundo. Eso nos llena de esperanza a todos, y a él también de ganas ganas de vivir, de levantarse cada día y de seguir luchando.
Queda mucha faena y mucha candela que dar a la puta ELA, con perdón. Así que a ver si tienen suerte y les dan el premio. Se lo merecen, Jaime y toda su tropa. Pero si no se lo dan siempre se quedará con la generosidad y la entrega de sus amigos -amigos que le quieren de verdad y que se lo demuestran cada día- y también con el nivelazo de la gente que les ha apoyado, a él y a todos los que les ha tocado esa china, gente que con ese gesto le agradece el enorme esfuerzo que está haciendo por todos los enfermos.
Un fuerte abrazo, compañero, y a seguir dando candela. En cualquier caso, y como dice el himno que cantan a pleno pulmón los fans del Liverpool: “You´ll never walk alone”.
