Suelen comentar que la experiencia es el límite de la fantasía, razón por la cual los soñadores huyen de la complacencia de sus sueños; y que la única política buena es la experimental.
Más sin embargo, cuántos de nosotros y nosotros mismos, hemos ejercido una de las más terribles y dañinas tentaciones de la humanidad: buscar oído para la adulación y mostrar actitud para la lisonja.
Y, precisamente, viniendo al caso, hemos buscado y encontrado para su fino y visionario entender una serie de expresiones de personas, no tan bien informadas y ni mucho menos con la extraordinaria experiencia de la realidad y entendimiento que actualmente usted posee, por cierto; vocess que en alguna ocasión expusieron algo sobre la adulación y los aduladores:
*Adulación.- Cuida de distinguir los que te adulan con arte, de los que con inclinación y cariño te sirven: no sea que los malos se vean más premiados que los buenos. Isócrates, murió a los 98 años…
*La adulación es un comercio vergonzoso, únicamente útil para el adulador; todas sus palabras y todas sus acciones son intencionadas, llevando siempre el designio de agradar a alguno y de predisponerlo a su favor. Teofrasto, filosofo nacido en Efeso (Lesbos).
*Adulación.- Aduladores, cocineros del paladar del oído. Más validos, que consejeros de verdad…La adulación al gusto de los reyes se va haciendo prenda de mérito; por eso debió decir el que dijo que era cosa muy peligrosa el oído del rey. Francisco de Quevedo, nació y murió en Madrid; de él se cuenta que cierto lance caballeresco le obligó a huir a Sicilia.
|*La adulación. Entretened a los reyes con sueños; alabadlos; regalad sus oídos con agradables mentiras. Por mucho que su corazón rebose, tragarán el anzuelo, y seréis sus amigos. Jean de la Fontaine, menester es releer su extraordinaria fábula sobre “EL ENTIERRO DE LA LEONA”.
*Adulación y perfidia. Admitamos que sea posible sofocar la libertad de los hombres e imponerles un yugo hasta el punto de que osen ni aún murmurar algunas palabras sin la aprobación del soberano; nunca, seguramente, podrá impedirse que piensen lo que quieran. ¿Qué se seguirá de aquí? Que los hombres pensarán de una manera, hablarán de otra, y, por consiguiente, la buena fe, virtud tan necesaria en el Estado, se corromperá; la adulación, tan detestable, y la perfidia estarán en auge, arrastrando el fraude tras sí y, por consiguiente, vendrá la decadencia de todos los hombres de sanas costumbres. Spinoza; nacido en Ámsterdam, de descendencia judía española, cuyos antepasados fueron perseguidos por la Inquisición.
*La adulación.-Nadie resiste a los halagos. Por supuesto que éstos no han de ser exagerados, porque entonces resultan si no poco delicados, inoportunos, groseros. Y con todo, aun en tales casos, es raro que los juzguemos improcedentes. El arte de ganar los hombres, de cautivarlos, es la manera de halagarlos hábilmente. Carlos Richet, 1850 fisiólogo francés.
*Aduladores. El adulador es apreciado en los dos regímenes: En la democracia los demagogos, pues el demagogo es el adulador del pueblo, y junto a los tiranos, los que observan hacia ellos una conducta rastrera, en lo cual consiste principalmente la adulación. Por eso la tiranía es amiga de los malos pues los tiranos se gozan de ser adulados, y esto no puede hacerlo nadie que tenga un espíritu digno de un hombre libre, pues las personas nobles aman y si no, no adulan. Aristóteles, genio filósofo universal de la historia de la humanidad.
*Aduladores….Y desde de aquí, en lo más hondo del foso, descubrí gente sumida en un estercolero, que parecía procedente de las letrinas humanas; y mientras registraba aquella cloaca con los ojos, vi uno con la cabeza tan cubierta de inmundicias, que no se conocía si era seglar o clérigo: El cual, gruñendo, me dijo:” ¿Por qué ese afán de mirarme a mi más que a esos otros asquerosos?” Y dándose un puñetazo en la cabeza exclamo: A este abismo me han traído las lisonjas que mi lengua no escaseo jamás. Dante Alighieri.
*Aduladores.- El escollo común que ocurre a los políticos rectos es la dificultad de tratar con verdad y desengaños a los poderosos. La adulación es una puerta muy ancha para el favor; pero ningún ánimo noble puede entrar por ella, porque es muy baja. A todos oigo decir que aborrecen a los aduladores, y no se si he visto alguno que no los ame. Esto consiste en que cada uno regula el valor de sus prendas más allá del precio justo; y como el dicho del adulador empareja con su concepto, no le tiene por adulador, sino por un hombre de talento, que hace juicio cabal de las cosas. Feijóo. Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro…en alguna ocasión declina ser Obispo en América, cuando Felipe V se lo ofrece.
*Los Aduladores.- Un gobernante enemigo de la verdad, desprovisto de equidad y de ilustración, que desconoce el mérito, que sólo aprecia a los aduladores, no será jamás servido por súbditos fieles, sinceramente adictos a su persona, ocupados del bien público, e interesados en la gloria del jefe….El gobernante, aletargado por el vicio, sólo conoce su ruina cuando ya es demasiado tarde para evitarlo. El que aconseja a un tirano-dice Saadi-, se lava las manos en su propia sangre. Barón de Holbach, filósofo y mecenas europeo en etapa previa a la Revolución Francesa.
*Los aduladores.- Se ven impulsados a imitar todo, absolutamente todo, lo que hace la persona bajo cuya influencia se hallan. Si su “modelo” mira hacía el cielo, el cortesano mira hacia el cielo; si se pone en cuclillas, el cortesano se pone en cuclillas; si dice indignado “¡Eres un asno!”, repite: ¡Eres un asno!” No pueden comer si no come el modelo, y ni siquiera son capaces de cumplir con sus funciones puramente vegetativas, involuntarias, si previamente no ha satisfecho sus necesidades el “modelo”. Wilhelm Stekel. Psicoanalista