Desayunar adecuadamente es parte fundamental de una dieta equilibrada que nutra al cuerpo y mente de energía y aleje de la fatiga y el estrés.
De esta manera, si desayunas solamente cereales azucarados u optas por la típica bollería industrial, estarás únicamente introduciendo en tu organismo carbohidratos no saludables, convirtiendo esta comida del día en un desastre nutricional.
Para la doctora de Harvard Monique Tello, un desayuno completo es aquel que es rico en proteínas para alimentar a los músculos. También, debe tener presencia de fibra, para regular la digestión y tránsito intestinal.
Es importante adicionar grasas saludables, como las presentes en los frutos secos, la soja, el aceite de oliva, la mantequilla, los huevos o el pescado azul.
Es así como Tello recomienda una combinación de bayas o frutas del bosque, yogur al estilo islandés o griego -ya que es alto en proteínas- y una mezcla de nueces, semillas y avena. Entre las frutas, puedes incluir moras, frambuesas, arándanos o moras. Si están fuera de época, puedes optar por fruta congelada.
La especialista explica que esta receta no es rígida, ya que lo fundamental es la combinación.
También señala en su perfil nutricional que puede replicarse en otras decenas de formas: un par de huevos duros y un pedazo de tostada integral también funcionarían, al igual que un panecillo de trigo integral con pavo o un par de cucharadas de mantequilla de maní sin azúcar untada en manzanas en rodajas. También podrás hallar grasas saludables en el salmón ahumado o unas tostadas untadas de aguacate.
¿Es cierto que la gente que se salta el desayuno consigue adelgazar?
Un grupo de científicos de la Universidad de Monash, en Australia, publicó un estudio en la revista British Medical Journal que cuestiona la recomendación de que tomar un buen desayuno ayude a bajar de peso o que el saltártelo te haga subir.
Y es más, aseguran que la gente que se salta el desayuno consigue adelgazar ligeramente más que aquella que mantiene la primera comida del día.
Para esta investigación, el equipo de especialistas analizó hasta 13 estudios sobre los efectos que la ingesta del desayuno tiene en el peso de las personas.
Determinaron que la mayoría de los participantes que mantuvieron el desayuno consumían al día hasta 260 calorías más que quienes no.
También concluyeron que las personas que desayunaban pesaban cerca de medio kilo más que quienes lo habían suprimido de su dieta en el momento de acabar con el estudio (que duraban, de media, unas siete semanas).
Así es como los científicos creen que debe investigarse más y por periodos más largos, ya que los incluidos en su análisis no excedían las 16 semanas.
También aseguran que aunque no hay pruebas suficientemente firmes de que tomar el desayuno ayude en la pérdida de peso, como tampoco las hay de que saltártelo te haga ganarlo.
