(Alex Mac kenzie).-El «Golpe de Estado» contra Manuel Zelaya, fue, a la vez, un golpe directo contra el caudillo bolivariano, Hugo Chávez. Este freno en seco a sus aspiraciones expansionistas de su Socialismo del Siglo XXI le salió como un tiro por la culata. Le había funcionado en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, etc, pero el gobierno hondureño le paró los pies justo a tiempo.
El «Gorila rojo» tan acostumbrado a explayarse por televisión en su prograna «Aló, Presidente» ante una más que sufrida y aburrida audiencia, diseñó todo este tinglado en Honduras que ya cuenta en su haber heridos y un muerto que cargar a sus espaldas.
El cobarde bolivariano no se atrevió a acompañar a Zelaya -su protegido- en su regreso a Honduras. Dejó que sus «aliados» Kinrchner, Correa, etc, den la cara. Chávez tira la piedra y esconde la mano.
Este Golpe de Estado, frena la carrera expansionaista del iluminado caudillo venezolano.Y es que su sueño era (es) crear una columna vertebral que incluyera a Cuba, Nicaragua, El Salvador ¿Honduras? (en Stand by) Venezuela, Ecuador, ¿Perú? (no pudo, pero tiene esperanzas en Humala), Bolivia y Paraguay.
No pudo colocar a Humala en el gobierno de Perú, pero ello no fue óbice para intentar desestabilizar la gestión de Alan García y lo seguirá intentando.
Al defenestrado ex presidente Manuel Zelaya no le han permitido regresar a Honduras y ahora el panorama se revela copmplejo para el ex mandatario. Tendrá que regresar por tierra, o por donde sea. Si se queda quieto y no mueve ficha todo quedará en hechos consumados.
Aquí entra nuevamente Chávez en escena. El iluminado bolivariano no va a permitir que las cosas se queden así. Sería un golpe tremendo a sus anhelos expansionistas y más aún, un mal ejemplo de cara a la oposición venezolana que no ve la hora de quitarse de encima al chavismo. Pero la cosa no va a ser fácil.
