La compra de Air Europa por Iberia en versión Los Hidalgo-Falcon Crest

La compra de Air Europa por Iberia en versión Los Hidalgo-Falcon Crest
La compra de Air Europa por Iberia en versión Los Hidalgo-Falcon Crest RS

Donde el dinero fluye, también lo hacen los líos. Este lunes se anunciaba la compra de Air Europa por Iberia, por 1.000 millones de euros. Globalia (imperio que suma Air Europa, Halcón Viajes, Viajes Ecuador, Travelplan o la cadena hotelera Be Live) ha vuelto a ser sinónimo, casi en exclusiva, de un apellido: Hidalgo, una familia que ha vivido su propio Falcon Crest, según recoge el autor original de este artículo informalia y comparte Francisco Lorenson para Periodista Digital.

Este lunes por la mañana pocos esperaban la noticia bomba: Iberia compra Air Europa por mil millones de euros. Ni siquiera los directivos de Globalia lo sabían. Pero la realidad es tozuda y Air Europa, hasta ahora de Globalia, pasará, si se cierra la operación, a ser propietaria del grupo británico IAG a través de Iberia. Y todo se lo ha guisado y se lo ha comido Javier Hidalgo, con el consentimiento de su padre.

El secretismo con el que la propiedad de la aerolínea ha llevado los contactos con la que hasta hace unas horas era su principal competidora en el mercado español y latinoamericano ha sorprendido a propios y extraños. Una vez más, la empresa de los Hidalgo ha dado un golpe maestro, dirigido desde la cúpula y sin que ninguno de los directivos ajenos a la familia tuviese noticia. Una vez dada a conocer la operación, el propio Javier Hidalgo, hijo de Juan José y consejero delegado de Globalia, confirmaba que esta incorporación de Air Europa al Grupo británico IAG es un fortalecimiento de la compañía y la continuación de la línea seguida por Air Europa. La aerolínea opera a 69 destinos con casi 12 millones de pasajeros e ingresos, con una flota a cierre de ejercicio de 66 aviones y una facturación de 2.100 millones de euros en 2018. Globalia afirma que la compañía aérea tendrá asegurados todos los contratos a largo plazo, así que los sindicatos UGT y CC.OO. han bendecido la compra, aunque FACUA, la asociación de consumidores, considera que será negativo para los españoles, sobre todo para canarios y baleares, ya que los británicos controlarán el 72 por ciento de los vuelos nacionales.

 

¿Guerra entre hermanos?
Hay quien asegura que Globalia es una empresa chapada a la antigua y que la familia Hidalgo se ha planteado profesionalizar su gestión varias veces sin éxito. Pero fuentes fidedignas, sin negar la gestión personalista de Juan José Hidalgo, afirman que lo que en realidad pasa en la empresa es que hay una lucha encarnizada, desde 2013, entre Javier Hidalgo y su hermana María José para hacerse con el poder. Léase un Falcon Crest a la española o si prefieren una versión más actual, una versión ibérica de lo que vemos en la premiada serie de HBO Succession, en la que el viejo patriarca de una familia dueña de un holding gigantesco trata de pilotar su propia sucesión frente a sus cuatro hijos.

En el caso español parece ser que es Javier el que va ganando la batalla. El fundador, Juan José Hidalgo, ha dado paso a su hijo Javier, mientras su hermana, María José, se quedaba al frente del buque insignia: Air Europa, justo el que acaba de venderse. Aunque el padre y máximo propietario sigue en el negocio a sus 78 años, es Javier Hidalgo (47) quien tiene el poder en una compañía que su creador, que vive o pasa largas temporadas en República Dominicana, tilda de «muy complicada, porque la he hecho a mi manera».

El accionariado de Globalia está repartido casi en su totalidad entre la familia Hidalgo: Juan José Hidalgo (51%); sus tres hijos, Javier Hidalgo (17%), Cristina Hidalgo (7%), María José Hidalgo (5%); su mujer Eloísa Gutiérrez (5%) y su hermano Juan Antonio Hidalgo (9%), a excepción de Abel Matutes, que conserva su 5%. Según detallan fuentes cercanas a Globalia, las últimas reuniones del consejo han estado marcadas por las diferencias entre Javier y María José Hidalgo, pese a que 2018 fue uno de los mejores años de la compañía.

Las tensiones familiares se remontan al 2013, cuando el patriarca Juan José envió literalmente una carta de despido a sus tres hijos. María José es la directora general de Air Europa, está divorciada y es madre de dos hijas. La otra hermana, Cristina, se dedica al marketing dentro de la empresa y además montó otra empresa con Elena Tablada, la ex de David Bisbal. Está casada con el torero Javier Blanco y tienen dos hijas, Lucía y Carlota. Javier, el más visible mediáticamente por sus romances famosos (entre otros, con Malena Costa), es para algunos el heredero díscolo del imperio. Está separado de Sol González y es padre de una hija, Camila.

 

Aquel intento de despido de sus propios hijos quedó finalmente en solo en una rebaja del sueldo, pero la lucha por el poder se hizo más encarnizada. Tras pasar Javier un tiempo en Miami alejado de todo y de poner en órbita Pepephone, quiso asumir más responsabilidades. En 2016 Globalia creó el cargo de consejero delegado (inexistente hasta el momento) para Javier, mientras este decidió aumentar su participación en la empresa, hasta el 17 por ciento del accionariado, tomando así el control con el beneplácito de su padre. El patriarca niega que sus hijos estén enfrentados y dice que eligió a Javier como sucesor porque «es un hombre de más acción y visión de negocio, más como yo, y María José es más trabajadora y peleona».

El hijo de Juan José Hidalgo recuperó primero cerca de un 10% de la sociedad comprándoselo al Banco Santander y a Inversiones Tirema, controlado por los herederos de la marquesa de Torre Arias. Luego le compró un 7% adicional a Unicaja. Hoy es el segundo accionista de la compañía, después de su padre. Y, desde entonces, apoyado sobre todo en el crecimiento de Be Live y de Air Europa, todo ha ido viento en popa.

¿Cuál era entonces el problema entre hermanos? Al parecer, Javier Hidalgo quería poner en marcha más rutas de Air Europa y a la vez duplicar el número de hoteles de la marca Be Live. El objetivo pasaría por complementar los enlaces de la aerolínea entre Chile, México, Argentina y Panamá, además de aumentar frecuencias con Uruguay, Paraguay y Bolivia. Javier Hidalgo quería ampliar el número de hoteles de la marca Be Live, pasando de 35 a 70. En cambio, María José Hidalgo no veía claro el plan de su hermano y le pedía que fuera mucho más concreto, y también pretendía saber cómo iba a financiase, una postura que retrasó la aprobación de ese proyecto estratégico hasta el año 2023.

 

Ahora, si la venta de Air Europa se hace (en cash) efectiva a mediados del 2020, todos esos planes irían por otros derroteros. Se dice que con ese efectivo, Globalia tiene la intención de invertir en el transporte de pasajeros de ferrocarril a través de Talgo, a partir de la liberación del ferrocarril a finales del 2020. De hecho, la compañía ferroviaria pública francesa SNCF, Talgo y Globalia bajo la denominación de Motor Rail, e Ilsa, sociedad de los dueños de Air Nostrum, han remitido a Adif la solicitudes para participar en la carrera para competir con Renfe en la red AVE a partir de diciembre de 2020, cuando el mercado se liberalice.

El patriarca vive retirado en República Dominicana
El patriarca, Juan José Hidalgo (1941), conocido popularmente como Pepe Aviones, es el fundador del grupo y quien adquirió Air Europa en 1991. Vive semirretirado hoy en la República Dominicana –se nacionalizó allí hace dos años– y centra su afición profesional en el negocio hotelero del Caribe.

Hidalgo es un hombre hecho a sí mismo. Con 12 años compraba pieles de conejos, las secaba y luego las vendía. Entonces, en Villanueva del Conde (Salamanca), su pueblo natal, su familia ya controlaba todos los negocios del pueblo, la carnicería, el telégrafo, la panadería, el salón de baile… Con 19 años emigró a Suiza y, cerca de Zúrich, cuidó vacas, pintó puertas, ventanas y hasta tanques. Suiza fue su universidad y el origen de sus negocios, pues allí empezó a tejer su imperio turístico abriendo una línea de transporte para que los emigrantes pudieran regresar a España. El inicio fue fletar autobuses, conducidos por él mismo, para emigrantes españoles (especialmente gallegos) que viajaban entre Suiza, Alemania y España. En su afán de enfrentarse a nuevos retos, decidió iniciarse en la apertura de agencias de viajes con la empresa Halcón Viajes, cuya primera oficina, sita en Cáceres, fue inaugurada en enero de 1972. Ese mismo mes, fletó su primer avión de pasajeros a Zúrich, ya decidido a transportar a los emigrantes en avión y utilizando para ello aeronaves de la compañía Aviaco. Fue en 1991 cuando un grupo de inversores, encabezados por él, adquirió la compañía Air Europa, empezando a operar en vuelos regulares domésticos en 1993 y rompiendo, de esta manera el monopolio de Iberia en España. Hoy es una de las compañías aéreas más modernas del continente, con una plantilla de cerca de 3.000 personas. Hildago cuenta con satisfacción que hasta los 27 años todo lo que ganaba se lo enviaba a su madre, y que con el primer dinero que se quedó compró un Mercedes.

 

María José Hidalgo, la perdedora
Diplomada en Empresariales por la Universidad de Salamanca, ha cursado un máster en Dirección de Empresas en IESE, dependiente de la Universidad de Navarra. Desde muy joven lleva una vida discreta centrada en los negocios. Ha colaborado en la creación y el desarrollo de las empresas familiares, tanto en Halcón Viajes como en Travelplan. Su vida profesional está ligada a la presencia accionarial mayoritaria de la familia Hidalgo en la compañía aérea privada española Air Europa. Ha ejercido el cargo de directora general y forma parte del Consejo de Administración de Globalia -holding que agrupa todas las empresas de la familia Hidalgo. Especialista en cuestiones turísticas, ha sido también impulsora de una línea de negocio hotelero dentro de Globalia y atiende las cuestiones generales que buscan sinergias empresariales dentro de las diferentes empresas.

 

Javier Hidalgo, el tiburón que dejó la prensa rosa
El ahora consejero delegado de Globalia, formado en Estados Unidos y licenciado en Administración de Empresas por la Universidad de Pepperdine, protagonizó durante años las páginas de la prensa rosa por su fama de rebelde y ligón, acompañado de sonados romances con nombres como Malena Costa u Odile Rodríguez de la Fuente. Motero empedernido, deportista, aficionado a jugar al póker -una afición heredada de su padre- con estrellas de fútbol, amante de las playas y los destinos exóticos, el historial de Javier Hidalgo siempre fue el de un joven empresario más preocupado por su vida social que por la empresa. Hasta que compró Pepephone en 2012, junto a su hermana Cristina y su íntimo amigo Rosauro Varo (pareja de la actriz Amaia Salamanca) y luego lo vendió al operador Mas Móvil por 158 millones de euros, mostrándose como un negociante nato, como su padre.

Claro que ese mismo año también fletó un Airbus A330 con capacidad para 300 pasajeros para que toda su pandilla (una lista de amigos entre los que se encuentran Alfonso de Borbón, Yodi, unido a la modelo Eugenia Silva, o Nicolás Vallejo-Nágera, hermano de la jurado de Masterchef y ex marido de la cantante mexicana Paulina Rubio) pudiese ver a José Tomás torear en solitario seis toros en Nîmes.

Al año siguiente encontró la estabilidad sentimental en Sol González y en 2014 se convirtieron en padres de una niña que se llama Camila. Ahora, a los 47 años, está separado de la madre de su hija, pero su relación es excelente. Este año, sin ir más lejos, invitó a su ex y a su hija, junto a un grupo de amigos, a Punta Cana para celebrar su cumpleaños y la Nochevieja.

 

Respecto a los conflictos familiares, no entra al trapo. «Como en todas las empresas familiares hay altibajos», confesaba hace un tiempo al diario El País. «Pero tenía muy claro que si volvía al grupo lo hacía para hacer algo, porque si no, con los negocios que he realizado, me cojo un barco y me voy a dar la vuelta al mundo, que es lo que de hecho tenía pensado», explicaba. «Hablé de mis ideas con mi familia, les pareció que eran buenas y entre todos decidimos que tenía que ser yo quien iría tomando el relevo de mi padre».

 

El chaval de 18 años que daba disgustos a su madre por llevar el pelo largo y la barba que le siguen acompañando, el bont-vivant impenitente que ha recorrido el mundo de fiesta en fiesta del brazo de bellas mujeres y ha deleitado a la prensa del corazón con sus noviazgos (con Xenia Tchoumitcheva, ex de Fernando Alonso, o Raica Oliveira), está dispuesto a demostrar que él lo vale. Continuará….

 

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