El ‘Diluvio Universal’, pero en forma de atasco.
Eso es lo que se nos viene encima a los madrileños, por eso que tiene ser capital de España y ciudad acogedoras, libre y abierta como pocas.
Este 29 y 30 de junio, para empezar, tenemos la cumbre de la OTAN, que congregará a medio centenar de delegaciones internacionales.
Como no podía ser de otro modo, la seguridad es prioritaria.
Cortarán hasta la línea 8 del Metro.
El Ayuntamiento ya ha anunciado que habrá importantes restricciones de la movilidad, sobre todo en el entorno del IFEMA, en el Paseo de la Castellana, Avenida de América, Glorieta de Bilbao, Paseo del Prado y alrededores del Palacio Real.
Y como estas cosas nunca llegan solas, el 1 de julio, sólo un día después de terminar la Cumbre de la OTAN, comienza el Orgullo Gay.
El epicentro del jolgorio es el barrio de Chueca, pero se esperan dos millones de visitantes, así que ya pueden ir imaginando cómo va a estar el patio.
Sobre todo si se tiene en cuenta que el final del orgullo Gay va a coincidir con el Madcool, el festival para los amantes del rock y el pop de todo tipo de estilos y sensibilidades musicales.
Para el tráfico y los conductores, va a ser un calvario, pero todo tiene dos caras y la mejor -no sólo para los hoteles y los restaurantes- es la economía de Madrid va a recibir un chute de aupa.
Hay quien habla hasta de 1.000 millones de euros.
