LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL SE REDEFINE EN LA PLAZA ROJA DE MOSCÚ

Putin y Xi lideran en Moscú un apabullante desfile militar en el 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi

Más de 20 líderes mundiales asisten a la celebración que conmemora el papel decisivo de la URSS en la Segunda Guerra Mundial

Vladimir Putin (RUSIA) con su aliado Xi Jinping (CHINA)
Vladimir Putin (RUSIA) con su aliado Xi Jinping (CHINA). PD

Este viernes 9 de mayo de 2025, Moscú ha sido el escenario de una impresionante demostración de poder y alianzas internacionales durante el desfile conmemorativo del 80 aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi.

El presidente ruso Vladimir Putin ha recibido a decenas de líderes mundiales, con el presidente chino Xi Jinping como invitado de honor, en un evento que trasciende la simple conmemoración histórica para convertirse en una clara declaración geopolítica.

La Plaza Roja se ha llenado de soldados, tanques y misiles balísticos intercontinentales en un despliegue militar que comenzó puntualmente a las 10:00 hora local (07:00 GMT).

La presencia de 29 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos los líderes de Kazajistán, Laos, Guinea-Bissau, Tayikistán, Kirguistán, Bielorrusia, Turkmenistán y Cuba, evidencia el esfuerzo de Moscú por demostrar que, a pesar de las sanciones internacionales y la condena por la guerra en Ucrania, Rusia mantiene importantes aliados en la escena mundial.

El eje Moscú-Pekín se fortalece

La visita de Xi Jinping a Moscú, su undécima desde que asumió la presidencia china, subraya la profundización de la relación entre ambas potencias. Durante su encuentro en el Kremlin previo al desfile, Putin y Xi firmaron más de 20 documentos de cooperación bilateral que abarcan áreas como la estabilidad estratégica global, el derecho internacional y la bioseguridad.

«En el contexto actual de unilateralismo y comportamiento hegemónico intimidatorio, China estará hombro con hombro con Rusia asumiendo las responsabilidades de grandes potencias mundiales», declaró Xi, en una clara referencia a Estados Unidos. Por su parte, Putin agradeció a su «viejo amigo» su participación en las conmemoraciones y afirmó que ambos países están unidos contra el «neonazismo».

Este acercamiento entre Moscú y Pekín, que ellos mismos han descrito como una asociación «sin límites», se produce en un momento de tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, y poco después de que Ucrania acusara a China de apoyar directamente la invasión rusa.

El deshielo con Washington bajo la administración Trump

La presencia de medios estadounidenses como CBS News en el desfile evidencia un cambio significativo en las relaciones entre Rusia y Estados Unidos. Tras apenas 100 días de la administración Trump, se ha producido un notable deshielo diplomático que contrasta con el aislamiento impuesto a Rusia durante años.

El presidente Donald Trump ha impulsado una iniciativa diplomática para lograr un alto el fuego en Ucrania, aunque hasta ahora Putin se ha mostrado reacio a aceptarla. Sin embargo, el mandatario estadounidense anunció ayer que mantendría conversaciones con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky tras la ratificación por parte de Kiev de un acuerdo sobre minerales raros con Washington.

«Acabamos de finalizar el acuerdo de tierras raras con Ucrania, que ha sido completamente ratificado por sus cuerpos legislativos. Aprecio eso, y hablaré con el presidente en breve», comentó Trump desde la Casa Blanca.

La sombra de la guerra en Ucrania

Mientras en Moscú se celebra la victoria histórica sobre el nazismo, el conflicto en Ucrania continúa cobrando vidas. A pesar de que Putin declaró un alto el fuego de 72 horas coincidiendo con las celebraciones del Día de la Victoria, Ucrania ha denunciado más de 734 violaciones desde que debía entrar en vigor a medianoche.

«Como era de esperar, el ‘alto el fuego del Desfile’ de Putin ha resultado ser una farsa», declaró el ministro ucraniano Sybiha. «Las fuerzas rusas están atacando persistentemente a lo largo de todo el frente», añadió, señalando que habían ejecutado 63 «operaciones de asalto».

Zelensky calificó el alto el fuego temporal como una simple táctica y una «representación teatral» destinada a proteger a Moscú durante las festividades. Esta mañana, se activaron alertas de ataques aéreos en siete regiones del este de Ucrania debido a la amenaza de ataques con misiles balísticos rusos, a pesar de la declaración de alto el fuego del Kremlin.

El papel decisivo de la URSS en la derrota nazi

La conmemoración de hoy recuerda el papel fundamental que jugó la Unión Soviética en la derrota de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Con un coste humano sin precedentes, estimado en más de 8 millones de ucranianos y un total de 27 millones de soviéticos fallecidos, el frente oriental fue decisivo para el desenlace del conflicto.

La invasión alemana de la URSS, conocida como Operación Barbarroja, comenzó el 22 de junio de 1941 y supuso el mayor despliegue militar de la historia hasta ese momento. A pesar de los éxitos iniciales de la Wehrmacht, que avanzaba a un ritmo de 32 kilómetros diarios y llegó a estar a 369 kilómetros de Moscú, la estrategia alemana acabó fracasando.

Uno de los errores cruciales de Hitler fue ordenar a los tanques del ejército central reforzar otros frentes en lugar de avanzar directamente sobre Moscú, lo que dio tiempo a los soviéticos para reorganizar sus defensas. Este error estratégico, sumado a la llegada del invierno ruso y a la inagotable capacidad de movilización soviética, marcó el principio del fin para las aspiraciones alemanas.

La batalla de Stalingrado, que concluyó en febrero de 1943, representó un punto de inflexión definitivo. Como señala el historiador Felipe Quero Rodiles, esta derrota «supuso la prematura pérdida de la Segunda Guerra Mundial como consecuencia de la cabezonería de Hitler por abrirse paso por el Este». Fue el momento en que «el ejército germano comenzó a flaquear y a retroceder», abriendo el camino para el posterior Desembarco de Normandía en 1944.

Un despliegue bajo amenaza de ataques ucranianos

La celebración de este año ha estado marcada por temores de posibles ataques ucranianos. El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, informó que las unidades de defensa aérea rusas destruyeron al menos 19 drones ucranianos durante la noche previa al desfile.

Estas amenazas no han impedido que la ceremonia se desarrolle con toda su pompa habitual, con miles de soldados marchando y exhibiendo el poderío militar ruso ante la atenta mirada de los líderes extranjeros y millones de espectadores que siguen el evento a través de los medios de comunicación.

El Día de la Victoria, la celebración más sagrada del calendario ruso, adquiere este año un significado especial no solo por el 80 aniversario del triunfo sobre el nazismo, sino también por el mensaje que Putin busca transmitir al mundo: Rusia no está aislada y cuenta con aliados dispuestos a desafiar el orden internacional liderado por Occidente.

Mientras tanto, en Kiev, Zelensky conmemoró el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa con un mensaje esperanzador: «Todo mal inevitablemente llega a su fin». Una reflexión que resuena tanto para el pasado como para el presente conflicto que sigue desangrando a Ucrania.

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