56 años han transcurrido desde que Castro se apropió de Cuba, 16 años lleva Venezuela sometida a las tropelías del castrochavismo

Y ahora le tocó a Felipe González

Tanto en Cuba como en Venezuela la más rápida evaluación de la esencia de ambos regímenes nos permite decir que son un mazacote de civiles y militares corruptos… Una banda cuyos crímenes han destruido primero a Cuba y después a Venezuela.

Si nos detenemos a pensar lo que era Cuba antes del arribo de Fidel Castro y sus esbirros al Poder, fácilmente detectamos la capacidad destructiva de esos forajidos. Si recordamos la Venezuela pre Chávez igual podemos comparar y comprobar. A Cuba se la apropió un vándalo, un sociópata con innegables talentos para engañar y fascinar y a Venezuela le sucedió décadas después otro tanto…

56 años han transcurrido desde que Castro se apropió de Cuba, 16 años lleva Venezuela sometida a las tropelías del castrochavismo. El balance del horror da tantas similitudes…

Más allá de la ruina y el hambre están los abusos, la siembra de miedo, la destrucción de valores.

El «Hombre Nuevo» en ambas tiranías no es más que un ser al que le cambiaron la condición de ciudadano por la de siervo. A diferencia de Cuba, todavía -son menos años de opresión- los venezolanos por millones nos rebelamos, nos oponemos…

Tanto al tropero Hugo Chávez como a su heredero el chofer de autobús monitoreado absolutamente por los cubanos, no les ha sido fácil silenciarnos. Aun habiéndose esta Peste Roja adueñado de casi todos los medios de comunicación, los que quedan libres ejercen el derecho a la disidencia.

Millones no aceptamos ese mote de «Hombres Nuevos» porque nuestra ciudadanía es un derecho inalienable y eso nos permite aún defender lo que podemos considerar la esfera pública, menguada sí pero aún plena de discusión y razón; esfera pública donde generamos opinión pública y al hacerlo logramos influenciar la política.

Por eso tanto el régimen como lo que muchos consideramos la «Oposición Oficial» se ven confrontados, criticados, mermados… Por eso liderazgos nuevos sacuden la inercia, emocionan y ponen al castrochavismo a reeditar opresivas prácticas. Una de ellas el encarcelamiento de los líderes que les confrontan, que les zarandean, que arrastran seguidores porque generan admiración y confianza. También la agudización de la ofensa, de la amenaza; el aislamiento…

Hace una semana a España toda le mandó Maduro una andanada de insultos. Repartió casi a partes iguales calificativos ofensivos para buena parte del mundo político y con inquina contra el presidente Rajoy y el Congreso de los Diputados y apenas hace unas horas la bancada oficialista que por arbitrariedades y abusos desconoció la voluntad popular y se erigió en mayoría, declaró «persona non grata» al ex presidente Felipe González y lo llenó de improperios y calumnias al más exacto estilo del sátrapa habanero.

No se contuvieron al saber que el ex presidente confirmó su participación en la defensa de Leopoldo López, ese líder que les quita el sueño tanto a la Peste Roja como a buena parte de la «Oposición oficialista». Como siempre se erogan ser el Pueblo venezolano y en su nombre le declaran no bienvenido.

Este exabrupto lo propuso uno de los tantos descendientes de árabes que son parte de la Peste Roja y que imponen odio, intransigencia y venganza como forma de hacer política. Solo para ubicarles este desadaptado es Yul Jabour militante del Partido Comunista de Venezuela y un enfermo de odio que no duda en calumniar a cualquiera que moleste sus planes como ha sucedido este mismo año cuando enfiló sus ataques contra el episcopado venezolano.

Vueltos locos ante la reacción de grandes líderes y organizaciones mundiales este combo de forajidos que han secuestrado las libertades en Venezuela trata de impedir que Felipe González llegue al país para actuar como asesor técnico ad honorem de la defensa de Leopoldo López.

Habla de soberanía para dar basamento al absurdo el bravucón Jabour, sus compinches aprueban la propuesta y un acuerdo de rechazo a las resoluciones del Parlamento español y los Senados de Colombia y Chile que pidieron la liberación tanto de López como del alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Acusan de «injerencistas» a los demócratas mientras permiten que la tiranía cubana termine de saquear y humillar a Venezuela.

Insultos que inicia Maduro, continúa la canciller y corean los sayones… Telesur ese adefesio televisivo que controla el castrochavismo desarrolla la campaña propagandística contra el ex presidente español al que llaman asesino y narcotraficante.

Ahora le tocó a Felipe González ¿A quién le tocará después? ¡Hagan sus apuestas!

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