El primer ministro saliente de Países Bajos, Jan Peter Balkenende, anunció anoche su renuncia como líder de los Cristiano Demócratas tras los «decepcionantes» resultados obtenidos por su formación en las elecciones generales celebradas este miércoles en el país.
Según los sondeos a pie de urna realizados por los medios holandeses, los Cristiano Demócratas verán reducida a la mitad su representación en el Parlamento. «Tengo que asumir la responsabilidad», indicó entre lágrimas Balkenende, quien calificó de «muy, muy decepcionantes» los resultados obtenidos.
«Los electores han hablado. Los resultados son claros. En las elecciones hay ganadores y perdedores, así es como funciona la democracia», indicó el primer ministro saliente, que también renunció a su escaño, en declaraciones recogidas por los medios locales. El ‘número dos’ en la lista de los Cristiano Demócratas, Ank Bijleveld, es el principal favorito a asumir el liderazgo del partido.
El Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) y el Partido Laborista Holandés, dos polos opuestos en el espectro político de Países Bajos, han obtenido cada uno 31 escaños en las elecciones, según los sondeos a pie de urna. El gran derrotado sería el partido de Balkenende, quien pasaría a contar con 21 escaños en el Parlamento (desde los 41 actuales), y habría sido relegado a la cuarta plaza, por detrás del ultraderechista Partido por la Libertad.
Para alcanzar la mayoría de 76 diputados necesaria, ambos partidos tendrán que alcanzar acuerdos con al menos otras dos formaciones para poder gobernar en coalición, por lo que se prevé un retraso en la formación del nuevo Ejecutivo. Se espera que los resultados oficiales se conozcan en los próximos dos días.
Los sondeos previos a las elecciones pronosticaban una victoria de los laboristas, que habían preconizado un plan de austeridad de 39.000 millones de euros para corregir la situación de la deuda pública. Los laboristas, que han obtenido mejores resultados de los previstos, habían propuesto un aumento de los impuestos a las personas de mayores ingresos y un recorte público menor.
EL ULTRADERECHISTA WILDERS, EL GRAN VENCEDOR
El gran triunfador de los comicios, según los sondeos a pie de urna, habría sido el ultraderechista y xenófobo declarado Geert Wilders, candidato del Partido por la Libertad, formación que contaba hasta ahora con nueve diputados en el Parlamento y que pasaría a tener 22 ó 23 escaños en la nueva Cámara.
Wilders celebró ante sus seguidores los resultados obtenidos y defendió el rápido ascenso de su plataforma –que habría recibido el apoyo de cerca de medio millón de holandeses– como el triunfo de su discurso de «mayor seguridad, menos delito, menos inmigración y menos Islam».
«Lo imposible se ha convertido en realidad. Es un día glorioso para todo el país», indicó Wilders tras expresar su voluntad por formar parte del nuevo Gobierno de coalición. «Espero que podamos gobernar. Nos pueden tener cerca o dejarnos al margen», añadió.
Un portavoz del Partido Laborista, Job Cohen, aseguró que sería «imposible» que su formación tuviera en cuenta al Partido de la Libertad para gobernar. Los liberales también habían expresado su rechazo a negociar con Wilders pero uno de sus portavoces, Mark Rutte, señaló anoche en declaraciones recogidas por Radio Netherlands que su partido no descartaba ninguna posibilidad.
