Las autoridades israelíes arrestaron al gran muftí de Jerusalén cuando dirigía las oraciones en las inmediaciones y alentaba a rezar dentro del complejo pese a la clausura
No le tiembla la mano a Israel frente al terrorismo.
Es el judío un pueblo con espantosos recuerdos y con la misma ferocidad con la que los soldados israelíes persiguieron a los tres asesinos que habían matado a dos policías, las autoridades aplican la ley.
La Explanada de las Mezquitas de Jerusalén mantiene cerradas sus puertas por segundo día consecutivo, como medida excepcional que Israel tomó este 14 de julio de 2017 tras el ataque en la Ciudad Vieja que causó la muerte de dos policías.
Es la primera vez en la historia reciente en que se decreta una prohibición de este tipo en viernes de rezo musulmán.
Este sábado los comercios de la Ciudad Vieja, que ayer se mantuvieron cerrados durante toda la jornada, han vuelto a reabrir sus puestas ante una todavía escasa afluencia de turistas y una fuerte presencia policial tanto en las callejuelas de la ciudad amurallada, en el este ocupado de la Ciudad Santa, como en sus accesos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás pidió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cancelar la medida y, según la agencia de noticias Wafa, demandó al gobierno jordano, custodio del lugar según el status quo, que medie con Israel para su reapertura.
Netanyahu declaró durante su reunión de urgencia con el gabinete de seguridad que «el Monte del Templo (denominación judía de la explanada) estará clausurada hasta mañana, para facilitar la investigación policial.
El viernes por la mañana, tres árabes israelíes armados con pistola y ametralladoras Carl Gustav salieron del recinto sagrado y abrieron fuego contra los policías apostados cerca de la Puerta de los Leones, matando a dos de ellos a quemarropa.La ametralladora Carl Gustav es un arma fácil de fabricar y sencilla a la hora de sustituir sus piezaz.
Los atacantes, árabes de entre 19 y 29 años con ciudadanía israelí y originarios de Umm al Fahm, de la provincia norteña de Haifa, también llevaban cuchillos.
En la filmación que adjuntamos se ve como los terroristas emergen de la zona de la mezquita y disparán por la espalda, a escasa distancia sobre los agentes. Después, hay imágenes de la persecuicón y todo termina con la muerte de los terroristas, uno de los cuales, ya herido, vuelve a levantarse e intenta correr, momento en que lo cosen a balazos varios soldados.
Los dos policías israelíes fallecidos son dos jóvenes oficiales de origen druso:
Confirmed. Two #Israel police officers killed in #JerusalemAttack identified as Hayil Stawi and Kamil Shnan. pic.twitter.com/M5l6T6uIQW
— Anna Ahronheim (@AAhronheim) 14 de julio de 2017
Tras el atentado, los terroristas islámicos regresaron al complejo religioso, donde les persiguieron si dudar agentes israelíes y se prolongó un tiroteo. Los tres asesinos árabes murieron por disparos de las fuerzas de seguridad. Alguno, como se ve en el vídeo, acribillado sin piedad alguna, cuando ya herido se levantó e intentó correr.
Dos de los terroristas, se fotografiaron justo antes del atentado, como se ve en este selfie:
#Jerusalem: 2 of 3 #Palestinians who opened fire @ #Israeli Police officers before fleeing toward #TempleMount complex pic.twitter.com/W64aMV8uQc
— Anna Ahronheim (@AAhronheim) 14 de julio de 2017
Posteriormente, las autoridades israelíes arrestaron al gran muftí de Jerusalén cuando dirigía las oraciones en las inmediaciones y alentaba a rezar dentro del complejo pese a la clausura
Horas después, las autoridades israelíes arrestaron al gran muftí de Jerusalén, Mohamed Husein, cuando dirigía las oraciones a la multitud en las inmediaciones y alentaba a rezar en la mezquita de Al Aqsa, dentro del complejo, pese a la clausura.
Tras cinco horas de interrogatorio sobre el incidente fue liberado bajo una fianza de 10.000 séqueles (2.470 euros), según declaró hoy en una entrevista al periódico Al Ayyam.
La amplia explanada alberga la Mezquita de Al Aqsa y el santuario de la Cúpula de la Roca y es considerada el tercer lugar más sagrado en el Islam, mientras que para el judaísmo es el primero, que lo denomina Monte del Templo, a cuyos pies se encuentra el Muro de las Lamentaciones.