El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Aspiro a conocer la repanocha

ASPIRO A CONOCER LA REPANOCHA

Dilecta Pilar:

¿Que me ves filosófico? Mujer, algún poso de filosofía tuvo que quedarnos tras pasar muchas horas de un lustro entero dentro de la Facultad de tal nombre, ¿no? Más que importante, me parece importantísimo, sin duda, lo primero, conocer, para proceder a coronar lo segundo, amar. Cuando quien ama es correspondido, entonces conoce la caraba o la repanocha (por su vertiente positiva, claro).

Ya, te entiendo; tú tienes una experiencia previa en la dinámica o mecánica de dicho proceso. Eres una experta o perita en tan dulce menester.

Te confirmo (sin ser ni aspirar a fingir/fungir un día de obispo) que no descarto ponerme un día a ello.

No sé si ver el caso o la cosa por el haz o por el envés, quiero decir, si todo poeta acarrea a un filósofo o todo filósofo porta o portea a un poeta. Si piensas en o tomas como ejemplo a José Ortega y Gasset acaso no te decidas tan fácilmente.

Eso lo dices (en sentido estricto, escribes), que te falta peritaje, porque no eres una persona soberbia, que se engríe, gloría o se jacta, cada dos por tres, de cuanto trenza (en verso o en prosa), aunque hayas escrito versos y prosas soberbios/as, excelentes (según mi personal criterio).

Habrá que dejar ese intento para el venidero doble veinte (¿a dónde? —ríete, por favor, de la guasa que gasta tu amigo, anda—; a agavillar poemas y prosas para mandárselos a una editorial y que alguien que trabaje en ella o para la misma dictamine qué le parecen).

Cercana la Navidad (para que no se me pase, que ando con la testa rebosante de ideas, y estas pugnando entre ellas por hacerse un sitio, con la clara pretensión de que servidor les dé cuanto antes oportuna salida), a ti y a toda tu familia os (y, asimismo, al lector habitual o esporádico, ella o él, de estas líneas, y a sus deudos y amigos les) deseo lo mejor en estas fiestas tan entrañables (para mí, como te consta, pues en alguna epístola anterior así te lo he comentado y confesado, lo fueron, pero dejaron de serlo; te confirmo y/o me ratifico en que son tristes, muy tristes, desde que ocurrió el fatal accidente en el que perdió la vida mi hermano José Javier).

A pesar de los pesares, de todo corazón, te mando mi ¡Feliz Navidad! Y mis anhelos de que no os falte ni a ti ni a tus seres más allegados (ni al lector ni a los suyos), salud (la salud que no se ausente, porque hace que las ilusiones se canalicen, desarrollen y tengan futuro) y prosperidad para el venidero doble veinte (¿a dónde?; a hacer el bien, a hacer lo mejor posible aquello que tengamos que hacer).

Otro (de tu amigo Otramotro).

   Ángel Sáez García

   [email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído