IRIS, NACÍ PARA APRENDER A AMARTE
Iris, nací para aprender a amarte
Y siguiendo ese curso eterno me hallo.
Unas veces acierto y otras fallo,
Por mal/bien que use las mil almas/armas del arte.
Si este aprendiz de ave canora en darte
Las gracias persevera y muestra gayo
Es por esta razón sola, si callo,
Otro terminará antes de admirarte.
Y yo deseo ser ese pionero,
Quien recorra tu impar piel el primero
Y el origen del mundo desentrañe.
Habrá, seguramente, a quien le extrañe
Que salga airoso de ese trance o caso,
Pues toda vida, al fin, es un fracaso.
Ángel Sáez García