MÁS QUE MUCHO ALABÁNDOTE, DESEO
Eres impar impulso que da vida
A la que entre los dedos y los labios
Se nos escapa más, pero más sabios
Nos haces tú y la voz a ti debida.
Poder buscan en ti, Iris, mi atrevida
Hambre voraz y, ayuna de resabios,
Mi sed saciar, tras amorrar mis labios
A tu pezón, que es fuente precavida.
En nuestra propia piel hemos vivido
Que en los demás el paraíso se halla,
Si Amanda, su seudónimo, no falla.
Quien, como yo, tu néctar ha bebido
Imitará o remedará a Teseo
Un montón encomiándote, deseo.
Ángel Sáez García