EL CAN DE LUIS DE PABLO LLAMA “DANTE”
DEL PADRE DE LUIS, BLAS, ES VIGILANTE
El amor de un can es sin condiciones;
Además de abnegado, es generoso,
Como un amigo impar y dadivoso,
Un manojo surtido de emociones.
Suele tener las mismas aficiones
Y mostrarse, cual su amo, deseoso
De salir a su lado, muy orgulloso
En todas las que son, cuatro, estaciones.
Quien ha sentido afecto por un perro
Leal y astuto sabe de qué escribo;
Le consta por su trato, aunque en un libro
También lo haya leído; no es un yerro.
El can de Luis de Pablo llama “Dante”;
Cuida de Blas, cual caballero andante.
Ángel Sáez García