Josep Borrell está decidido a dejarse caer en los brazos del dictador Nicolás Maduro, y apoyar la celebración de las elecciones parlamentarias en Venezuela programadas para el próximo 6 de diciembre.
El próximo jueves se llevará a cabo una reunión de los representantes del «Grupo de Contacto», conformado por Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Francia, Italia, Alemania, Holanda, España, Portugal, Suecia y el Reino Unido, con el fin de abordar la crisis venezolana y tener un diagnóstico respecto de «lo que le han contado sus interlocutores en Caracas y sobre los últimos acontecimientos políticos», según cuenta ABC.
A pesar de que el narcodictador venezolano ha engañado hasta al Vaticano, la UE pretende «hacer que las cosas se muevan», es decir, arriesgar la actual posición de la oposición venezolana, que sin ser buena, es mejor que el panorama que avisora a Venezuela con el Parlamento tomado vía ‘electoral’ por el régimen, con las implicaciones internacionales a lo que ello conlleva.
La posición de Borrell no ha sido asumida públicamente, pero el ABC recuerda la posición de España a través de su sucesora en Asuntos Exteriores, Arancha González, que declaró que «si hay espacio, por pequeño que sea, para que se celebren elecciones con condiciones democráticas España lo apoyará».
Todo esto, desoyendo la postura de Estados Unidos, pero sobretodo la de Juan Guaidó y la mayoría opositora que se niega a participar en la farsa electoral chavista, cuya mayor problema es la actual Asamblea Nacional.
En todo caso, Europa también estaría buscando una posición pragmática del asunto, quizás con la idea de lo ocurrido en las pasadas elecciones de Bolivia, es decir enviar a los observadores, pero sin que esto implique el reconocimiento de los resultados.
El plan de Maduro… y de Capriles
Maduro estaría encantado de recibir este apoyo, ejecutar el fraude y después entrar de nuevo en «guerra» con Borrell.
El dictador ha hecho pública la necesidad de meter mano a los activos que la comunidad internacional ha puesto en manos del Gobierno interino, representado por Juan Guaidó.
«La nueva Asamblea Nacional necesita rescatar las riquezas de Venezuela. Rescatar Citgo, el oro que está en Londres y los millones de dólares secuestrados en Europa y Estados Unidos», dijo Maduro a inicios de septiembre de este 2020.
En este sentido, Borrell no es el único que cree en este movimiento, de hecho, ha sido el opositor Henrique Capriles quien ha solicitado el giro de la estrategia europea, digamos que le ha dado la excusa perfecta a España y al alto representante para la política exterior europea.
Capriles ha asumido como positiva la liberación de 110 presos políticos como gesto de Maduro y ha dejado claro en sus declaraciones a medios españoles su deseo de que la Unión Europea acepte la invitación del régimen venezolano y presenten a un grupo de observadores.
Esto a pesar de que el Foro Penal Venezolano ha informado de manera sostenida que las cárceles venezolanas siguen repletas de presos políticos, y que claramente el «gesto» de Maduro no es más que un trampa cazabobos.
Certificamos lista de presos políticos en #Venezuela del @ForoPenal #OEAconVzla https://t.co/r6eolGJH2O
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) September 15, 2020
