Es lo que tienen los pobres, que comen lo que a los demás les sobra. Y sobre todo con esta crisis que nunca existió hasta que un día nos despertamos teniendo que trabajar dos años más para poder jubilarnos. ¡La leche, si llegamos a estar en crisis!
De pronto nos han entrado las prisas atómicas y los gobiernos civiles, perdonen el anacronismo, se nos han llenado de solicitudes de pueblos pobres, envejecidos y deshabitados, lo que es decir moribundos, que quieren colocar un cementerio nuclear en sus vidas. Porque ningún pueblo industrial o turístico se ha apuntado a esta subasta de futuros hipotecados en que Zapa ha convertido la cosa esta del ATC.
Es curioso que un cementerio sea el futuro de un pueblo. Bueno, en muchos el futuro ya era la residencia de ancianos donde los urbanitas colocaban a sus padres para tenerlos cerca pero suficientemente lejos. Después de las residencias de ancianos… un cementerio nuclear puede permitir que el futuro reviva en algunos lugares abandonados de la mano de Dios y del Gobierno. De los gobiernos. Una contradicción atómica, dinamizar un pueblo o una comarca deprimidos con un cementerio.
Es lo que tienen los pobres, que comen lo que a los demás les sobra, residuos nucleares por ejemplo. Se trata mayoritariamente de pueblos castellanos, de esa Castilla moribunda, abandonada de los gobiernos y de los partidos, se trata de esa Castilla dividida injustamente en cinco autonomías de la señorita Pepis para disfrute y ventaja de unos cuantos insolidarios periféricos. Si Castilla estuviese unida en una sola autonomía tendría por lo menos la misma fuerza ofensiva y despectiva con la que el cordobés de la Generalitat habla para impedir que este cementerio se instale en “su” territorio.
Si Castilla tuviera la fuerza que le correspondería de no estar dividida en cinco cabezas de ratón, sería una autonomía con peso a la hora de enfrentar todos los problemas de Estado, no pesaría más la voz imperiosa de quienes tienen al gobierno de España cogido “por do más pecado había” que la un gobierno autónomo con 17 provincias, un montón de diputados y senadores. Así no somos nadie, nos colocarán el cementerio porque somos cuatro pobrecillos, aislados, envejecidos y sin futuro. Sin futuro o con un cementerio en nuestro futuro.
Los grandes partidos se tientan la ropa antes de enfrentarse a las direcciones regionales de Cataluña, País Vasco o Andalucía, por ejemplo. En cambio en Castilla tenemos unas direcciones regionales del PP y PSOE claudicantes y genuflexas, sometidas a lo que diga “Génova” o lo que diga “Ferraz”. De esta forma de toda Castilla salen pueblos candidatos por doquier, comiendo las sobras que los ricos epulones, esos que consumen energía porque en ellos hay industrias y población demandantes, desechan.
