(Periodista Digital).- José Enrique Serrano, Paulino Luesma y Francisco Egea son los tres personajes claves en el proceso de negociación entre el gobierno y la banda terrorista. El primero es Jefe de Gabinete de Zapatero y tiene a su cargo controlar toda la información sobre el proceso; el segundo es Delegado del Gobierno en el País Vasco y el tercero, un alto cargo de FEVE que es el encargado de negociar directamente con batasunos y etarras.
La revista Época publica esta semana un excepcional reportaje escrito por su subdirector, Enrique de Diego, en el que se analiza detalladamente el proceso de negociación ya en marcha entre el gobierno y ETA y en el que se hacen algunas interesantes y preocupantes revelaciones:
Los indicios inducen a pensar que no se trata de una negociación similar a la de Argel, en tiempos de Felipe González, o a la de Lausana, de José María Aznar.
Todo el proceso se está centralizado en la persona del jefe de gabinete se Zapatero, José Enrique Serrano, hasta el punto que se han roto con él algunas “tradiciones” respecto de la información reservada o de la forma en la que se dirige la lucha antiterrorista:
Por sus manos [de Serrano] pasa la información del Centro Nacional de Inteligencia, organismo que, tradicionalmente, sólo ha reportado al presidente del Gobierno. Moncloa es también quien controla la lucha contraterrorista, por encima del Ministerio del Interior de José Antonio Alonso. Serrano tiene hilo directo con el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma Correa.
Pero quizá las revelaciones más sorprendentes del reportaje son las que desmienten que, como se empeña en afirmar el gobierno, la lucha policial contra ETA sigue siendo tal y como era en la época de los gobiernos del PP, lo que según Época dista mucho de ser cierto:
Al contrario que en etapas pasadas, cuando los profesionales de la lucha contraterrorista tenían amplia capacidad de iniciativa y autonomía, en el momento presente tanto Guardia Civil como Policía Nacional tienen orden de pedir autorización al Gobierno antes de actuar o proceder a una detención. Paulino Luesma no es más que el primer eslabón de la cadena de mando, que termina en Serrano y Zapatero, pero es al que deben reportar las Fuerzas de Seguridad del Estado destacadas en el País Vasco y el que transmite las órdenes de “lo que se hace o no se hace desde el punto de vista operativo. Con frecuencia, no se recibe el preceptivo visto bueno”, señalan fuentes policiales solventes.
Además el reportaje analiza el perfil de la persona que la parecer está encargado de los contactos directos con ETA y su entorno, se trata como ya hemos dicho de Francisco Egea:
La persona clave, el mediador, según varias fuentes del socialismo vasco, es Francisco Egea. (…) Egea ya participó en los almuerzos que mantuvieron a comienzos del año pasado, en el caserío Txillarre de Elgoibar, dirigentes del PSE, con su presidente, Jesús Eguiguren, y de Batasuna: Arnaldo Otegi, Pernando Barrena y Rafael Díez Usabiaga, secretario general del sindicato LAB.
El protagonismo adquirido por Egea, en el que coinciden todas las fuentes consultadas, se debe a su cercanía respecto a Jesús Eguiguren, del que es su mano derecha, y a su “amistad personal” con Arnaldo Otegi.
No obstante y siempre según el reportaje de Época, Egea no es el único que habla con la ilegalizada Batasuna:
En ocasiones, es el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que ha mantenido conversaciones telefónicas con Otegi; al menos una de las cuales fue interceptada y grabada por el servicio de información de la Ertzaintza.
