(PD).- Eduardo Madinaveitia ha cerrado su blog. No sería ninguna novedad -miles de bitácoras lo hacen cada día- si no fuera por los motivos. En un post, bastante enigmático, este publicista alude a ciertas represalias que una asociación de medios está moviendo contra él. Y es que los tentáculos de Prisa son muy alargados.
Es un profesional como la copa de un pino. Director técnico de Zenith Optimedia, Madinaveitia es una institución en el mundo de la publicidad. Por eso sorprende, y mucho, que se deje amilanar por determinado grupo o intereses. Este medio intentó sin éxito ponerse en contacto Madinaveitia.
Este jueves anunciaba que deja su blog en un post que no tiene desperdicio:
Puedo asegurar que no tuve nada que ver con los atentados de 11S.
Hasta dónde yo sé, creo que no soy el culpable de la crisis económica que afecta al mundo.
Por no tener, no sólo no tengo una hipoteca subprime, ni siquiera una de las normalitas que tiene todo el mundo.
La primera vez que oí hablar de Bernard Madoff fue cuando estalló el escándalo.
Hasta hace poco tiempo pensaba que tempoco tenía nada que ver con la crisis que afecta a los medios de comunicación y al mercado publicitario. Pero ahora tengo mis dudas.
Creía que no tenía nada que ver con la crisis de los diarios, pero parece ser que todos los dedos apuntan hacia mí.
La deuda de PRISA es un asunto que se me fue de las manos: me enteré de la OPA sobre el total de Sogecable cuando se enteró casi todo el mundo y por el medio que se enteró casi todo el mundo, o sea cuando lo leí en el periódico. Seguramente en El País.
Pero parece que alguien ha encontrado un nexo de unión entre los problemas de los medios y los posts que yo escribía en este blog.
Así que me despido.
Fue bonito mientras duró.
Muchas gracias a los lectores que lo han visitado cerca de 200.000 veces; muchas gracias a quienes han comentado más de 2.000 veces.
Espero que no sea una despedida definitiva. A lo mejor un día puedo escribir desde una posición más independiente.
Hasta entonces, un fuerte abrazo a todos los que me habéis dedicado algo de vuestro valioso tiempo.
Horas más tarde, reconocía en uno de los comentarios que el tono del post, «voluntariamente críptico», podría dar lugar a malentendidos, Madinaveitia explicaba:
20 Minutos me ofreció la posibilidad de escribir un blog y alojarlo en su periódico. Siempre estaré agradecido a Arsenio Escolar por la oportunidad que me dio y por la absoluta libertad que me ha dejado a lo largo de estos 16 meses. No sólo nunca me ha censurado nada; creo que puedo decir que nunca me ha comentado si le parecía bien o mal lo que había escrito.
Pero uno, además de escribir un blog, tiene una vida profesional, una empresa que le paga, una Asociación a la que pertenece esa empresa…y hay otras asociaciones que agrupan a empresas con las que se relacionan.
Al parecer alguno de mis comentarios ha ofendido a algún editor que poco menos que está pidiendo mi cabeza.
Como ya he escrito en otras ocasiones, lo que escribía aquí lo he hecho siempre a título personal; han sido mis comentarios y mis opiniones, que nunca han pretendido representar a nadie más que a mí mismo. Y cuando han tratado sobre decisiones discutibles he dado por hecho que quién las tomó las había meditado y discutido al menos con su equipo.
Me parece alucinante que una asociación de medios esté moviendo algún tipo de represalia contra mí.
Por eso de momento no voy a volver a escribir.
Por eso, también, pienso que será sólo de momento
Sin embargo, la cosa no se ha quedado ahí. Julio Alonso explica en su blog -citando a Antonio Delgado y José Luis Hortelano- que «el grupo de medios disgustado podría ser Prisa».
Entiendo el nivel de desesperación en el que se encuentran por su muy complicada situación económica y por el muy negro panorama que tienen por delante, pero esta reacción sinceramente es pueril y posiblemente contraproducente.
Y es que al grupo de la familia Polanco no parece haberle sentado muy bien uno de los post de Madinaveitia acerca de las últimas subidas de la prensa, que continuó en los comentarios, así que han decidido, por medio de una asociación, presionar para que deje de escribir. Lo malo es que lo han conseguido. De momento.
