UNA MAQUINA DE COLOCAR A LOS SUYOS EN EL AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Así montó ‘Colau Cao’ su propia agencia de colocación enchufando a familiares y parejas en cargos de confianza

Corría abril de 2015 y la candidata de Barcelona en Comú a la alcaldía de Barcelona y portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, prometía el fin de los privilegios de la casta política en laSexta Noche.

Colau juraba combatir a unas élites mafiosas que han estado gobernando en connivencia con determinados intereses económicos.

La ex okupa que se disfrazaba de ‘Supervivienda’ con capa y antifaz exigía ejemplaridad.

Bajo el disfraz de activista, luego supimos que cobraba de la misma mafia que decía combatir: un sueldo de 1.973 euros brutos mensuales durante un año pagado por el Ayuntamiento de Barcelona que presidía el convergente Xavier Trías.

Ada Colau era una mentira: la ‘heroína’ de los hipotecados nunca se hipotecó porque ella era activista de profesión.

Al igual que los jóvenes sin futuros que harían carrera y fortuna en Podemos, Colau denunciaba una «injusticia» de la que no había sido víctima. «Hubo desinformación masiva, por no hablar de engaño».

Un «engaño» que, al menos, no afectó a Colau directamente, pese a que ella y su marido seguían proclamando el lema “no tendrás casa en la puta vida”.

Pronto se colocó en el Observatorio de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), creado en 1988, cantera de activistas de Guanyem Barcelona y de BComú.

«Mucha gente se hipotecó. Yo, afortunadamente, no lo hice, pero eso no quiere decir que tenga un acceso a la vivienda estable, asequible y digna», respondía Colau a pregunta de Manuel Llamas y Luis F. Quintero en Libertad Digital en 2013.

«Colau es la prueba viva de que hipotecarse no era una obligación. La portavoz de la PAH nunca se hipotecó. Vive de alquiler. Incluso durante los felices años de la burbuja, Colau no cayó en la trampa que denuncia su asociación».

SUBIDA DE SUELDO

«Si soy alcaldesa me bajaré el sueldo a un máximo de 2.200 euros netos». Y Colau consiguió ser elegida alcaldesa en 2015. La promesa duró hasta 2019 cuando Colau se subió el sueldo un 40 por ciento y 3.100 euros mensuales por «sobrecarga de trabajo». La demagogia la trae desde la cuna.

El primer día como alcaldesa, al igual que su amiga Manuela Carmena, se hizo sacar una foto yendo a trabajar en metro. En abril de 2020 se dio un caprichito de 47.000 euros comprando un despampanante Peugeot 3008 Hybrid4 como coche oficial.

La alcaldesa antidesahucios justificó su primer desalojo —tres inmigrantes de origen magrebí que se habían instalado en un edificio municipal— diciendo que «el inmueble estaba en mal estado».

Poco tardamos en verla como una más de la «casta» del palco del Camp Nou.

ENCHUFISMO, NEPOTISMO, AMIGUISMO…

Los que no sufrieron desahucios, desigualdad social y precarización fueron los suyos. Lo primero que hizo al asumir como alcaldesa fue colocar a pareja Adrià Alemany como asesor de Barcelona en Comú.

Su promesa de generar empleo desde el Ayuntamiento de Barcelona la cumplió ‘enchufando’ a familiares y parejas siguiendo la estela de Carmena, ‘Kichi’ y Ribó que enchufaron a 50 de los suyos en apenas nueve meses.

Colocó a la mujer de Gerardo Pisarello, Vanessa Valiño, como asesora de Vivienda. Fichó a Águeda Bañón, una activista porno, como directora de comunicación.

La proverbial hipocresía del pijerío podemita se manifestaba a medida que se conocían más casos de amiguismo.

Reelegida alcaldesa de Barcelona con los votos de BComú, PSC y tres de Manuel Valls en junio de 2019, Colau fichó a Nacho Padilla y con un sueldo de 68.027 euros brutos como nuevo director creativo del Ayuntamiento de BCN, un asesor al que adjudicó un contrato de 17.309 euros a dedo por desarrollar la creatividad de una campaña contra el Covid-19.

Padilla venía recomendado por su amiga Manuela Carmena, que en otro ejemplo de clientelismo, había participado en la campaña Madrid con Manuela, en apoyo a la que entonces era candidata a la alcaldía por Ahora Madrid.

También enchufó en el Ayuntamiento de Barcelona a su viejo amigo, Carlos Macías, portavoz de la PAH y con un sueldo de 2.000 euros al mes en 14 pagas, un total de 28.000 euros anuales.

Y para presumir de empoderamiento femenino, Colau recolocó a Tatiana Guerrero y Alicia Ramos, parejas de Eloi Badia y Lucía Martín, concejales de BComú.

LLUVIA DE DINERO PARA ASESORES

Cuando no contratan a sus amigos o parejas, se contratan a sí mismos. Daniel Granados, asesor de Barcelona En Comú, se contrató a sí mismo para proyectos culturales de los que cobró más de 80.000 euros en 2016 y 2017.

Granados ha visto incrementada considerablemente su retribución anual alcanzando los 68.027 euros, uno de los sueldos más altos del personal eventual contratados por el gobierno de Colau.

Todos sus enchufes son escondidos bajo la alfombra del código ético Barcelona en Comú por los que perciben 2.000 euros mensuales, 4.000 euros en verano y Navidad.

También hay sitio para viejos enemigos. Colau recuperó en 2019 a Xavier Domènech como asesor del Ayuntamiento de Barcelona. Domènech había dimitido de todos sus cargos un año antes harto de Colau y su marido. «Hemos exprimido demasiado a Xavi», admitió.

Según ha informado Crónica Global, Colau acumula ya 12 asesores directos con un coste de más de 730.000 euros. «La primera edil ha creado una guardia de korps de altos cargos».

¿Quién son estos altos cargos y cuánto cobran? Según el portal de Transparencia, son Berta Aubets Quintana (56.714 euros al año); Marta Delatte Espinosa (56.714); Aitor Hernández Carr (68.027); Gabriel Losada García (68.027); Àlex Masllorens Escubos (87.293) y el propio Nacho Padilla (68.027).

No hay nada como montar tu propia casta.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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