Cuando parecía que el Gobierno no podía dar más vergüenza ajena y ser más repulsivo, van y lo consiguen. Y con creces. La vergüenza del Gobierno Sánchez, saben ustedes, no tiene techo. Esta semana veíamos al brazo político de la banda terrorista ETA, Bildu, cuyo líder y varios diputados han pasado por la cárcel por pertenecer a la banda terrorista y por ser cerebros de asesinatos, secuestros…, sentado con el Gobierno de Sánchez; esto es, con un Partido Socialista que ya ha perdido toda moralidad, toda vergüenza y se ha convertido en el títere de los etarras y de los golpistas. Y todo por mantenerse unos días más en La Moncloa. Y eso no es lo peor de todo. Lo peor es que el partido del sanguinario Henri Parot pidió que se ilegalizase al partido de Ortega Lara, tal y como lo expresó Santiago Abascal. No solo les ha bastado con asesinar e infundir el terror sino que ahora su brazo político pide ilegalizar a un partido en el que hay víctimas de ETA y que las defiende a capa y espada. Y el PSOE sonriendo. Ya ni se esconden. Al menos, en esa primera foto con Bildu aparecían con caras largas, ahora ya ni tratan de esconder su cercanía y simpatía con aquellos que han promovido recientemente el homenaje al hijo de perra Henri Parot.
“Es que no es un homenaje, es un acto para reivindicar los derechos humanos y rechazar la cadena perpetua”, dicen ahora los progres. ¿Sabéis qué es una cadena perpetua, miserables? Ser víctima de ETA. Eso sí es un cadena perpetua. Vivir toda tu vida con el dolor de que unos desalmados han asesinado a tu marido, a tu mujer, a tus hijos, abuelos… O vivir toda tu pida con la pesadilla de haber escuchado a pocos metros el estruendo de una bomba de ETA. Eso sí es una cadena perpetua. Miserables.
Y no solo la moralidad, la empatía, la ética, son las grandes ausentes del Gobierno Sánchez, también lo es su capacidad económica. Su nula capacidad de gestionar la economía, más bien. La economía, y no es por ser pesimista, sino realista, va de mal en peor y es muy previsible, como nos ha explicado el economista Fran Simón en Periodista Digital, que haya una fuerte crisis económica a finales del año que viene. Lo que hemos tenido ha sido un efecto rebote: de una situación muy mala en donde se paralizó la economía, por muy poco que mejore parece que creció un 200%. Y no es verdad. Es propaganda del Gobierno. ¿Y sabéis una cosa? La gestión económica hace ganar y perder elecciones en España porque llega a la economía real, a nuestros bolsillos. Y ante eso el socialismo solo tiene un sino: perder elecciones.
Fijaros, El INE ha rebajado del 2,8% al 1,1% el crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2021, corrigiendo un descomunal error de cálculo de socialistas y podemitas. Y no solamente el INE, hace tres días El Banco de España rebajaba la previsión del PIB de Calviño por las dudas sobre los fondos europeos. Ustedes ya saben que los Fondos Europeos se han convertido en la solución a todos los males del Gobierno pero realmente ni llegan, ni llegarán en las cantidades que preveía el Gobierno. Y hablar de dos puntos menos en el PIB de España es hablar de 25.000 millones de euros menos. Y esto ocurre, uno, porque tenemos un Gobierno que vive de la propaganda barata en su realidad paralela con unicornios rosas y, dos, porque verdaderamente son una panda de inútiles.
Y la otra noticia de impacto de la semana, como ya sabrán, es la detención del golpista, fugado y cobarde Carles Puigdemont. Aunque la detención como tal, duró poco. Ya lo tenemos en libertad. Si bien en un primer momento el juez del Tribunal de Apelación de Sassari (en Cerdeña, Italia) había dejado a Puigdemont en libertad con la imposibilidad de salir de Cerdeña, pues ahora ya puede salir. Hasta el lunes 4 de octubre no tendrá que declarar ante el juez y no será hasta ese momento cuando sepamos si le van a extraditar o no. Y, en este sentido, La Fiscalía italiana no ha pedido su ingreso en prisión, alegando que la restricción a su movilidad «pondría en grave peligro» su derecho a desplazarse al Parlamento Europeo en calidad de eurodiputado. Y estrenó su puesta en libertad, como no podría ser de otra forma, diciendo payasadas: “España no pierde oportunidad de hacer el ridículo”, gruñó Puigdemont. Para empezar, Puigdemont, tienes un DNI con nacionalidad es-pa-ño-la, ergo, te guste o no, tú eres español. Y segundo, te han detenido por ser un puñetero delincuente internacional.
PP, VOX y C’s, por su parte, han celebrado la detención y han avisado por Twitter que no van a permitir que el golpista salga de rositas y, además, Marta Castro, la vicesecretaria Jurídica Nacional de VOX manifestó que “no permitiremos que se use como moneda de cambio en la mesa de la traición del Gobierno y la Generalidad”.
Desde el PSOE guardan prácticamente silencio, asustados ante la posibilidad de que los independentistas catalanes se encrespen y empiecen a montarles pollos en las calles. Mientras Sánchez, escudado en su núcleo de confianza, únicamente dijo que hay que respetar a la justicia, el partido de Ione Belarra, Podemos, que también gobierna, dice que “la detención es ilegal”. Entonces no sabemos que opina el Gobierno. Si una cosa o la otra. Porque hasta donde yo sé tenemos un solo Gobierno -no dos Gobiernos de España- y el Gobierno, además, actúa de forma colegiada. Es todo un sinsentido que, por cierto, sufragamos todos los españoles vía impuestos.
Veremos que pasa, pero ya les adelanto que el felón Sánchez hará todo lo posible para que Puigdemont se vaya otra vez de rositas, como pretende su abogado, el ex colaborador de ETA Boye.
No descarten un apaño bajo la mesa, por el que Puigdemont sea solo extraditado por malversación, con lo que ni pisará el calabozo.