LOS TORTURADORES Y LA PROPAGANDA

Los secretos de ‘Súper Bigote’, el comic chavista que presenta al dictador Maduro como un héroe

Es un esperpento de tal calibre que hay quien sospecha que podrían estar detrás de la idea desquiciados como Pablo Iglesias Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias o cualquier otro ‘intelectual’ de Podemos.

Hablamos de ‘Súper Bigote’, un comic inspirado en la figura del dictador Maduro, que combate a Estados Unidos y sus aliados.

El insólito dibujo animado es transmitido, desde hace ya muchos meses, por la cadena de televisión estatal venezolana (VTV), financiada con fondos públicos.

Cada episodio tiene un tiempo de duración de un poco más de un minuto y es casi inmediatamente subido a sus redes por el gran torturador.

El autor real sigue en el anonimato, pero produce el bodrio la empresa ‘Tenflix’, una parodia de Netflix.

El slogan del comic es: “Con su mano de hierro”.  Frase que Maduro solía repetir cuando asumió el poder en 2013 y con la que amenazaba a todo aquel que subestimaba su capacidad de dirigir el Ejecutivo tras la muerte de Chávez.

Cada capítulo se hace eco, en teoría, los problemas que atraviesa la Venezuela chavista, como la falta de insumos médicos, apagones eléctricos y falta de vacunas, entre otros.

Pero desde la óptica chavista el gran responsable es “el imperio norteamericano”, y el dictador Maduro el salvador.

El vergonzoso dibujo animado forma parte de la amplia campaña de manipulación, adoctrinamiento y desinformación impulsada por la dictadura venezolana a través de la propaganda política.

Como en toda propaganda política, el “líder” termina como el gran vencedor y el único que logra resolver los problemas de la población.

El principal villano de la saga ha sido hasta ahora Donald Trump, ex presidente norteamericano, cuyo centro de mando es la Casa Blanca.

Trump es caracterizado con su cabello rubio, un antifaz negro y un traje azul que tiene un triángulo con un ojo en el medio, como el que se puede ver en el billete de un dólar.

Maduro viste un traje rojo -color característico del chavismo-, una capa azul, y ropa interior por fuera del traje. Además, posee una figura atlética y esbelta, muy diferente a la del dictador venezolano.

En esta nueva entrega el dictador derrota a su principal “enemigo”: la Casa Blanca.

Trump habla por teléfono desde la Casa Blanca con tres cómplices y les dice: “Debemos darles donde más les duela”.

Esos cómplices serían el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, representado como el Hombre Marioneta; Antonio Ledezma, como un vampiro -como lo suele llamar Maduro-; y Henrique Capriles, vestido de Robin.

Desde Washington, el “villano” activa un botón rojo para lanzar bolsas de dinero dirigidas a sus cómplices de la oposición venezolana para fortalecer el bloqueo, y así impedir la llegada de insumos médicos a hospitales infantiles de Venezuela.

El “bloqueo asesino”, combatido por las fuerzas de Súper Bigote a través de rayos antibloqueo, es representado por una especie de monstruo que aterra a la población y se posa frente al hospital infantil cortando el paso de los insumos médicos.

Esas fuerzas de combate de Súper Bigote están integradas por la cúpula del régimen chavista: Delcy Rodríguez, Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello.

“El bloqueo asesino ataca de nuevo”, dice el dictador Maduro desde el Palacio Miraflores. Cilia Flores, su esposa y considerada como la “primera combatiente”, le responde: “Es un enemigo muy complejo, pero lo venceremos”.

Finalmente, Súper Bigote sale a combatir al enemigo y lo derrota con su mano de hierro, despertando la frustración y enojo de Trump desde su centro de mando.

Al ser derrotado el bloqueo, los repuestos e insumos llegan al hospital infantil.

En los anteriores episodios aparecen otros “villanos” de “Súper Bigote”, como Julio Borges y Henry Ramos Allup.

Además, otro monstruo de la saga está representado por la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo dirigido por el uruguayo Luis Almagro que desde hace años viene denunciando las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

En una escena del dibujo animado, “Súper Bigote” despliega en su cabeza una especie de gorra o casco rojo con unos lentes, muy parecido al atuendo que lucen los trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional S.A. (CORPOELEC) de Venezuela, y derriba lo que parece ser un drone. Tras el derribo del artefacto, regresa la luz, que se había ido justo durante una cirugía en un centro médico.

Guillermo Zubillaga, coordinador para Venezuela de la Sociedad de las Américas-Consejo de las Américas, explicó a The Telegraph que esta iniciativa del régimen se trata de una sofisticada pieza de propaganda.

“Es un mensaje orwelliano, repetitivo y directo de que no importa lo que hagas, nosotros [la dictadura] no vamos a ir a ninguna parte (…) Eso tiene un impacto en la población, que a estas alturas no tiene muchas más opciones que escuchar la radio o ver la televisión que pertenece o está controlada por el régimen”.

“Los dibujos animados son un medio clásico de propaganda para los regímenes autoritarios”, dijo David Smilde, un sociólogo de la Universidad de Tulane que se centra en Venezuela, a The Washington Post.

“En el contexto de un proyecto autoritario más exitoso, este tipo de propaganda podría ser preocupante (…) Pero las encuestas sugieren que la gran mayoría de la población culpa a Maduro de la emergencia humanitaria que están viviendo y no creen en sus teorías conspirativas”.

También en diálogo con el periódico norteamericano, la socióloga Anaís López sostuvo que la caricatura sugiere una necesidad de “adular y exaltar” a Maduro: “Se trata de posicionar la narrativa chavista de que todo lo que sucede es producto de una conspiración entre un grupo de líderes opositores muy específicos y la Casa Blanca, en un formato menos pesado que sus discursos, que cada vez menos gente quiere escuchar”.

“El gobierno sabe que necesita promocionarse en todos los formatos posibles”.

Pese a la polémica que generó el dibujo animado, el creador permanece en el anonimato. El pasado mes de diciembre accedió a brindar una entrevista al portal Últimas Noticias.

“Una vez el Presidente dijo que era ‘súper bigote’ y se me ocurrió hacer un personaje de historieta que se llamara así, pero no tiene absolutamente nada que ver con él, aunque la gente dice que es igualito”.

Aclaró, además, que no busca mostrar un superhéroe ni un antihéroe:

“Es un personaje de historieta de ficción que solo existe en las personas tolerantes y de buen humor”.

Sobre el personaje, detalló que “vive en Venezópolis”:

 “No es venezolano ni es latinoamericano. Allí ocurren situaciones como apagones, guarimbas, marchas, protestas, e incluso falta de servicios públicos. Todo lo que puede ocurrir en cualquier ciudad”.

El creador comentó que Súper Bigote “es salsero por naturaleza, aunque también le gusta la música llanera, venezolana, el rock y es fanático de Beethoven”.

Adelantó que la primera temporada tendrá 10 capítulos, y luego será un largometraje.

Pese al “humor” que reclama su creador, desde que este cómic fue lanzado por el régimen, en las redes sociales los usuarios en su gran mayoría reaccionaron con burlas, y al mismo tiempo con indignación, ya que muchos lo consideran como una banalización de la dramática situación que sufren a diario los venezolanos.

El pasado 17 de diciembre de 2021, las redes sociales explotaron contra la dictadura venezolana por un nuevo apagón masivo en todo el país, y decenas de usuarios se preguntaron, irónicamente, “¿Dónde estás Súper bigotón?”.

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