Es lo que tiene haber sido untado por el Gobierno socialcomunista con una morterada de millones.
Que luego, cuando algún entrevistado se pone crítico con el presidente Pedro Sánchez, toca salir a censurar los palos del invitado de turno.
Y los de Antena 3, salvo excepciones muy contadas, no se salvan de esa norma general que dicta que hay que postrarse frente a quien durante los meses más duros de la pandemia salvó la economía de varias televisiones.
Así que cuando en ‘Espejo Público’ la sustituta de Susanna Griso, Lorena García, vio como el dueño del Asador Guadalmina, en Marbella, sacaba un abanico con el mensaje de ‘Gobierno dimisión’, tocó salir a degüello contra el restaurador.
La sustituta de Susanna Griso en ‘Espejo Público’ (A3), Lorena García, tiene que hacer méritos ante sus jefes. Al fin y a la postre al grupo Atresmedia el fraudillo de La Moncloa, Sánchez, le dio una morterada en la pandemia y no se permiten críticas a ‘Falconetti’. pic.twitter.com/Oi8Wjb1rc9
— Tertulianadastelevisivas (@Tertulianadast1) August 12, 2022
Lo cierto es que durante toda la entrevista, centrada especialmente en las medidas de ahorro energético impuestas por Pedro Sánchez, se notó la incomodidad de la presentadora ante las palabras de José Eugenio Arias-Camisón.
Y es que el propietario del local marbellí no dejó de dar palos al inquilino de La Moncloa:
Ningún hostelero de España, con buen criterio, va a poner el aire acondicionado a 27 grados, para eso es mejor apagarlo y así no consumes nada de energía. Así nuestros clientes no entrarían. No pagaré ni un céntimo de euro si me vienen a sancionar porque esto es ilegal como la mayoría de las normas y leyes que hace este Gobierno. No me preocupa en absoluto.
Lorena García quiso romper una lanza a favor de Sánchez y afeó la postura de Arias-Camisón:
Las leyes están para cumplirlas.
Pero el dueño del asador no se iba a quedar sin contraatacar:
Ya puestos, si se trata de cumplir la ley, también Sánchez podría ir a Cataluña a hacer cumplir las leyes sobre el 25% del castellano que incumple la Generalitat.
Lo mejor estaba, no obstante, por venir.
La suplente de Griso le preguntaba a José Eugenio Arias por un abanico que tenía para paliar el calor por el que está atravesando estas semanas casi toda España.
El responsable del asador Guadalmina, ni corto ni perezoso, lo mostró a cámara y en él se leía con claridad el mensaje de ‘Gobierno dimisión’.
Lorena García, hecha una auténtica hidra, le espetó:
Hombre, ¿no tenía otra mensaje que no fuera ese?
Arias-Camisón fue muy preciso en ese aspecto y dijo claramente que ese mensaje era lo que pensaba una gran mayoría de ciudadanos que padecen a diario las consecuencias de la gestión del Gobierno socialcomunista:
Pues, no. Esta es la opinión de la mayoría de los españoles.
EL PEAJE A CAMBIO DE LAS LIMOSNAS DE LA MONCLOA
Las TV comerciales, atribuladas por la ‘drástica caída’ de la publicidad aparejada a la crisis del coronavirus, el confinamiento de la población, el cierre general y la paralización de la actividad económica, pidieron en su momento al Gobierno socialcomunista ayudas urgentes.
La Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (UTECA), donde juegan un papel preponderante Atresmedia, dueña de Antena 3 y LaSexta, entre otras cosas, imploró al socialista Sánchez que les inyectase a granel campañas publicitarias, además de darles bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social y ayudas variopintas.
No se plantearon, con una desvergüenza que escandalizó al más pintado, recortar el millonario sueldo de Antonio García Ferreras, Wyoming o Pablo Motos.
Tampoco renunciar a los suculentos bonus que suman a sus emolumentos salariales los José Creuheras, Mauricio Casals, Javier Bardají, Silvio González, y compañía, sino que, del erario público, de ese dinero que sale del bolsillo de todos los españoles y tan imprescindible será para atender a infectados, comprar respiradores, pagar vacunas, asistir a parados, ayudar a los autónomos o auxiliar ‘in extremis’ a decenas de miles de empresas que van camino de la ruina, se les de a ellos un buen trozo.
Con disimulo y a ser posible con campañas publicitarias lanzadas por el Gobierno central y los gobiernos autonómicos.
¿Y qué hizo Sánchez? No hay que ser muy imaginativo para afirmar que acogió con ‘cariño’ la lacrimógena petición de las televisiones y como quien paga manda, que dice un viejo refrán español, exigió a cambio fidelidad perruna, cobertura amistosa y mucha manipulación.
No son los millonarios televisivos los únicos dispuestos a ir en ‘peregrinación piadosa’ a La Moncloa.
En ningún lugar y hemos rebuscado mucho, hemos encontrado a alguien con dos dedos de frente, una pizca de sensibilidad y espíritu libre que diga que para prestar ese servicio público haga falta que los eximios miembros de esta nueva ONG llamada ‘Caraduras sin Fronteras’, los Crehueras , Casals, Ferreras, Wyoming, Pastor, Vasile, González, Bardají, Vázquez y colegas de guateque tengan que embolsarse varios millones al año.
Cada uno de ellos y sin perder puntos del carnet de progre.