Ya no es el control de los Telediarios y demás programas informativos.
El asalto salvaje de Pedro Sánchez a RTVE tiene otra razón de peso. Económica, para ser exactos.
En un duro comunicado, esta organización sindical denuncia, en primer lugar, la dimisión forzosa de José Manuel Pérez Tornero como presidente de la Corporación:
No contentos con forzar la dimisión de un presidente de CRTVE seleccionado tras un largo y complicado proceso parlamentario democrático, ahora retuercen las leyes y reglamentos para reparar toda esta chapuza maquiavélica propia de repúblicas bananeras.
Recuerda que una presidenta interina no podría disfrutar de poderes ejecutivos:
Elena Sánchez ya es presidenta con plenos poderes de la Corporación RTVE. Y lo es gracias a una modificación urgente del reglamento que le impedía disfrutar, como presidenta provisional del consejo de administración, del adecuado y oportuno poder ejecutivo y del salario que conlleva. Al mismo tiempo que logra permanecer más allá de los 65 años, lo que el convenio actual impide prolongar a muchos compañeros, incluso a una consejera, que quisieron continuar activos a esa edad.
El Consejo de Ministros de hoy ha cambiado el artículo 34 del Estatuto Social de la Corporación para dotar de plenos poderes a Elena Sánchez. Una chapuza llevada a cabo por el Gobierno con alevosía y premeditación saltándose los procedimientos y los apoyos parlamentarios necesarios. La ley de 2006 de RTVE establece que es el Congreso quien elige la presidencia ejecutiva y que ha de hacerlo por mayoría cualificada de dos tercios o por mayoría simple pero con el apoyo de, como mínimo, cinco partidos políticos.
Pero el meollo de la cuestión, resalta USO, está en una cantidad de dinero a repartir entre productoras amigas, especialmente las cercanas a PRISA:
Todos miramos hacia otro lado para no afrontar que somos víctimas de que el sector público vive sometido a la maquiavélica mecánica de la política en la que es ley no escrita, una vez más, que el fin sí justifica los medios. Tragar con esta dinámica convierte en cómplices a quienes callan y aceptan. USO ni calla ni acepta. Y menos viendo que nos podemos ir olvidando de la producción propia y de la utilización de todos los medios técnicos y humanos disponibles. Once proyectos de producción llave en mano por un valor de 30 millones de euros están a punto de firmarse. Y es sólo el principio de lo que está por llegar. Controlan los servicios informativos y ahora vienen a por la pasta. Algún firmante acabará siendo consejero de los que cobran de verdad pero en PRISA.
USO considera que Elena Sánchez o quien ocupase ese cargo debería de tener las manos libres, pero no a cualquier precio y mucho menos vulnerando las leyes:
Entendemos que las situaciones excepcionales requieren soluciones excepcionales. Y que RTVE, como pilar básico del Estado por su importante función pública, no puede andar balanceándose por el alambre de la provisionalidad. Un presidente debe poder gestionar y gobernar la empresa de acuerdo a su buen entender. Pero no de cualquier manera y a cualquier precio. Las chapuzas y las prisas por controlar a la Corporación pueden ser inconstitucionales y acabar impugnadas en los tribunales y poner en cuestión todo lo que desde esta nueva presidencia se firme y generar una situación de inseguridad jurídica e inestabilidad institucional sin precedentes.
