Sociedad Civil Catalana denunció a la vicepresidenta de Sánchez

¿Traición?: El Tribunal Supremo admite la querella contra la comunista Yolanda Díaz por reunirse con el golpista Puigdemont

La bochornosa reunión tuvo lugar el pasado 4 de septiembre de 2023 y en ella participaron el también prófugo Toni Comín y el exportavoz de Podemos en el Congreso Jaume Asens

Yolanda Díaz y Carles Puigdemont se reúnen en el Parlamento Europeo para negociar la investidura de Sánchez
Yolanda Díaz y Carles Puigdemont se reúnen en el Parlamento Europeo para negociar la investidura de Sánchez. PD

Un pequeño paso, pero algo es algo.

Falta mucho para que empapelen, si lo hacen, a la comunista Yolanda Díaz, pero algo se mueve.

La denuncia de Sociedad Civil Catalana (SCC) contra la vicepresidenta de Sánchez, por su reunión con el golpista y prófugo Carles Puigdemont ha superado el primer escollo.

En contra de la tesis de que la querella no tenía recorrido, el Tribunal Supremo ha dictado una providencia en la que da por registrada la denuncia y se designa magistrado ponente, señal inequívoca de que la querella ha sido admitida.

La bochornosa reunión tuvo lugar el pasado 4 de septiembre de 2023 y en ella participaron el también prófugo Toni Comín y el exportavoz de Podemos en el Congreso Jaume Asens, considerado uno de los impulsores de los indultos a los golpistas y del cambio en el Código Penal para eliminar la sedición y abaratar la malversación.

Cuatro días después, SCC decidió actuar judicialmente contra la jefa de Sumar y aliada de Sánchez por «faltar a la obligación de su cargo y dejar intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables».

La querella se basa en el l artículo 408 del Código Penal español, que precisa que «la autoridad o funcionario que, faltando a la obligación de su cargo, dejare intencionadamente de promover la persecución de los delitos de que tenga noticia o de sus responsables, incurrirá en la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años».

En el escrito acusatorio, se subraya que Díaz no peregrinó a Bruselas sólo como líder de Sumar, sino especialmente en su condición de vicepresidenta segunda del Gobierno Sánchez y que el objetivo del encuentro con el prófugo era encauzar la investidura del líder socialista.

«Prueba de que acudió en representación del Ejecutivo en funciones es que la vicepresidenta no fue cesada de su cargo pese a hacer ostentación pública de la normalidad de su largo encuentro con Puigdemont y otros fugitivos por la causa del procés».

Veremos que pasa, pero un paso es un paso y máxime cuando se da en el buen sentido.

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