Fiasco en la COP29.
Y muy buenas palabras, como siempre.
La 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) ha concluido en Bakú, Azerbaiyán, con un acuerdo histórico sobre financiación climática, pero también con críticas por la falta de compromisos más ambiciosos en la reducción de emisiones.
La cumbre, que se desarrolló del 11 al 22 de noviembre de 2024, ha sido calificada como la «COP de las finanzas» por su enfoque en establecer un nuevo objetivo de financiación climática para los países en desarrollo.
El logro más significativo de la COP29 ha sido la adopción del Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (NCQG, por sus siglas en inglés) sobre financiación climática. Este nuevo objetivo, que reemplaza al anterior de 100.000 millones de dólares anuales, se ha fijado en 450.000 millones de dólares anuales para 2030.
El acuerdo establece que al menos el 50% de estos fondos se destinarán a medidas de adaptación en los países más vulnerables al cambio climático.
La presidenta de la COP29, Umayra Tagiyeva, declaró en la sesión de clausura:
«Este acuerdo marca un antes y un después en la lucha contra el cambio climático. Por primera vez, contamos con un objetivo de financiación que refleja realmente las necesidades de los países en desarrollo».
Sin embargo, el camino hacia este acuerdo no ha estado exento de obstáculos.
Las negociaciones se prolongaron durante más de 36 horas después del cierre oficial previsto, con intensos debates sobre la cuantía del objetivo y los mecanismos para su implementación.
Los países desarrollados, liderados por Estados Unidos y la Unión Europea, inicialmente se mostraron reacios a comprometerse con una cifra tan elevada, mientras que las naciones en desarrollo, encabezadas por el G77 y China, presionaron por un objetivo aún más ambicioso.
El compromiso final llegó tras la intervención del Secretario General de la ONU, António Guterres, quien instó a las partes a «estar a la altura del momento histórico». El acuerdo incluye también un mecanismo de revisión cada dos años para asegurar que el objetivo se ajusta a las necesidades cambiantes y a la evolución de la crisis climática.
Otro avance significativo de la COP29 ha sido el fortalecimiento del Fondo de Pérdidas y Daños, establecido en la COP27 de Sharm el-Sheikh.
Los países acordaron dotar al fondo con 100.000 millones de dólares para el periodo 2025-2030, con contribuciones tanto de naciones desarrolladas como de economías emergentes como China y los países del Golfo Pérsico.
En el frente de la mitigación, la cumbre logró algunos avances, aunque menos ambiciosos de lo esperado por muchos observadores.
Los países reafirmaron su compromiso con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, pero no se alcanzó un acuerdo sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
La declaración final de la COP29 insta a los países a «acelerar la transición hacia sistemas energéticos limpios» y a «reducir progresivamente el uso de combustibles fósiles ineficientes».
Esta formulación, similar a la adoptada en cumbres anteriores, ha sido criticada por organizaciones ambientales por no establecer plazos concretos para el abandono del petróleo, el gas y el carbón.
Greta Thunberg, la activista climática sueca, calificó el resultado de la cumbre como «decepcionante pero no sorprendente».
En una rueda de prensa en Estocolmo, Thunberg declaró: «Una vez más, los líderes mundiales han demostrado que son incapaces de tomar las medidas drásticas necesarias para evitar una catástrofe climática».
Por su parte, la científica climática Katharine Hayhoe ofreció una visión más matizada.
En una entrevista con la BBC, Hayhoe afirmó:
«El acuerdo sobre financiación es un paso importante en la dirección correcta. Sin embargo, necesitamos ver una acción mucho más decidida en la reducción de emisiones si queremos tener alguna posibilidad de cumplir con el Acuerdo de París».
La COP29 también ha sido notable por el papel destacado de las empresas y el sector financiero.
El Foro Económico Mundial organizó una serie de eventos paralelos centrados en la movilización de capital privado para la acción climática. Larry Fink, CEO de BlackRock, anunció el lanzamiento de un fondo de 10.000 millones de dólares para inversiones en energía limpia en países en desarrollo.
El papel de la tecnología en la lucha contra el cambio climático también fue un tema recurrente en la cumbre.
Se presentaron numerosas innovaciones, desde nuevos sistemas de captura y almacenamiento de carbono hasta avances en energía solar y eólica.
Sin embargo, algunos expertos advirtieron sobre el peligro de depender demasiado de soluciones tecnológicas futuras en lugar de tomar medidas inmediatas para reducir las emisiones.
La COP29 también ha sido escenario de protestas y manifestaciones de activistas climáticos.
Miles de jóvenes se congregaron en las calles de Bakú para exigir una acción más contundente contra el cambio climático.
Las autoridades azerbaiyanas fueron criticadas por las restricciones impuestas a las protestas, lo que llevó a enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad en los alrededores del recinto de la conferencia.
En resumen, la COP29 ha logrado avances significativos en materia de financiación climática, pero ha dejado un sabor agridulce en lo que respecta a los compromisos de reducción de emisiones.
El nuevo objetivo de financiación de 450.000 millones de dólares anuales para 2030 marca un hito en la cooperación internacional para el clima, pero la falta de un acuerdo claro sobre el abandono de los combustibles fósiles sigue siendo una espina clavada en el corazón de la acción climática global.
Mientras el mundo digiere los resultados de la COP29, la atención ya se está dirigiendo hacia la próxima cumbre, la COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, en 2025. Con el reloj climático avanzando inexorablemente, la presión para lograr resultados aún más ambiciosos solo puede aumentar.
Principales críticas a la COP29:
- Falta de compromiso para la eliminación gradual de combustibles fósiles
- Insuficiente ambición en los objetivos de reducción de emisiones a corto plazo
- Ausencia de mecanismos vinculantes para garantizar el cumplimiento de los compromisos financieros
- Escasa atención a la pérdida de biodiversidad y su relación con el cambio climático
- Limitada participación de comunidades indígenas y grupos vulnerables en la toma de decisiones
- Falta de urgencia en la implementación de medidas de adaptación
- Excesiva dependencia de soluciones tecnológicas futuras
- Insuficiente atención a la justicia climática y la transición justa
- Falta de transparencia en algunas negociaciones clave
- Restricciones a la participación de la sociedad civil y activistas
Curiosidades:
- El año 2023 fue el más caluroso jamás registrado, superando el récord anterior de 2016
- Los pingüinos emperador podrían extinguirse para 2100 debido al derretimiento del hielo marino
- El permafrost del Ártico contiene el doble de carbono que la atmósfera actual
- Las vacas producen tanto metano al año como 50 millones de automóviles
- El nivel del mar está subiendo el doble de rápido que hace un siglo
- Los corales pueden expulsar sus algas simbióticas cuando el agua se calienta demasiado, lo que se conoce como «blanqueamiento»
- La Gran Barrera de Coral de Australia ha perdido más del 50% de sus corales desde 1985
- Los árboles pueden comunicarse y compartir nutrientes a través de redes subterráneas de hongos
- El cambio climático está haciendo que algunas flores sean menos fragantes, lo que afecta a los polinizadores
- Se estima que para 2050, podría haber más plástico que peces en los océanos