Madrid amanecía el lunes sumida en el caos: semáforos inertes, ascensores parados y la ciudad convertida en un tablero sin reglas. No era el guion de una serie distópica, aunque bien podría haberlo sido. España sufrió un apagón eléctrico que afectó a buena parte del territorio nacional, Portugal y hasta zonas del sur de Francia. El colapso tecnológico fue tan real como inesperado, y las redes sociales –ese barómetro emocional de la nación– estallaron rescatando un vídeo que, para muchos, ya es historia viva del periodismo nacional.
El protagonista de este fenómeno viral no es otro que Javier Ruiz, rostro conocido de la Cadena SER y habitual defensor de las tesis gubernamentales. Hace apenas unos meses, Ruiz tildó de «gran bulo» la posibilidad de que España sufriera un apagón masivo. La hemeroteca es implacable: en su intervención, tachó a quienes alertaban sobre el riesgo energético de catastrofistas. El karma eléctrico no tardó en cobrarse su deuda.
El vídeo maldito y la reacción desatada
Apenas unas horas después del apagón, las redes recuperaban aquel vídeo con una precisión quirúrgica. Los usuarios recordaron a Javier Ruiz su vehemente negación del riesgo. Lejos de admitir error o matizar sus palabras, el periodista optó por la vía rápida: perder los nervios en antena e insultar a quienes le recordaban su desliz mediático, llegando a calificarles como “ratas”.
La reacción no pasó desapercibida entre analistas y espectadores. Para algunos, fue un ejemplo más del conocido fenómeno de la “Brunete Pedrete periodística”: esa suerte de guardia pretoriana mediática que sale en tromba a defender al Gobierno frente a cualquier crítica o evidencia incómoda. En este caso, la defensa se tornó ataque personal.
Para los “ingenieros de la mentira”: el vídeo que sacáis de contexto tiene 3 AÑOS
-No era verdad que el corte de gas de Putin provocara un apagón en España
-No era verdad el sálvese quien pueda o el caos del Estado
Frente a las ratas, luz (99,95% restablecida) y lejía democrática— Javier Ruiz (@Ruiz_Noticias) April 29, 2025
El contexto: negacionismo, alarmismo y realidad energética
El debate sobre el llamado ‘Gran Apagón‘ no es nuevo. Durante meses, voces técnicas advertían sobre la vulnerabilidad de las infraestructuras eléctricas ante fenómenos extremos como tormentas solares o ciberataques. Sin embargo, desde determinados ámbitos mediáticos –con Javier Ruiz a la cabeza– se insistió en que tales riesgos eran exageraciones propias del alarmismo viral o incluso bulos interesados.
La ironía quiso que justo cuando esos temores parecían disipados, la realidad se impusiera con una crudeza eléctrica: calles sin luz, hospitales recurriendo a generadores y una población redescubriendo el silencio digital forzoso. La serie Apagón, estrenada hace dos años en Movistar Plus+, anticipó con inquietante precisión este escenario apocalíptico; ahora, la ficción se confunde con la crónica diaria.
La “Brunete Pedrete” al rescate… o al ataque
En el ecosistema mediático español existe una tendencia recurrente: cuando una figura afín al Gobierno queda retratada por la hemeroteca, sus colegas cierran filas. Es lo que algunos han bautizado como “Brunete Pedrete periodística”, en referencia irónica tanto al célebre término acuñado para describir a la prensa conservadora como a los nuevos escuderos mediáticos del sanchismo.
En este caso, mientras usuarios y críticos señalaban la contradicción flagrante de Javier Ruiz, otros periodistas minimizaban el episodio o desviaban la atención hacia supuestas campañas de acoso digital. La autocrítica brilló por su ausencia; el insulto ocupó su lugar.
Las consecuencias: credibilidad bajo mínimos y polarización mediática
El episodio deja varias lecciones para el periodismo patrio:
- La hemeroteca nunca descansa: En plena era digital, cada declaración queda registrada para siempre. Negar lo obvio puede volverse en contra con una rapidez letal.
- Polarización extrema: Las reacciones al caso Ruiz evidencian hasta qué punto los medios españoles han interiorizado dinámicas partidistas. Defender o atacar según convenga al relato parece ser ya norma no escrita.
- La ciudadanía pide rigor: Más allá del espectáculo viral, cada vez son más los oyentes y lectores que exigen análisis serios sobre cuestiones críticas como la seguridad energética.
Por si fuera poco, la serie Apagón ha experimentado un repunte inesperado en visionados y menciones sociales. Muchos espectadores han encontrado paralelismos entre la ficción y lo sucedido esta semana: comités improvisados, autoridades desbordadas e incertidumbre colectiva ante lo desconocido.
Curiosidades eléctricas y detalles para entendidos
- La expresión “Brunete Pedrete periodística” se ha popularizado en redes para referirse con sorna a periodistas percibidos como afines al sanchismo.
- No es la primera vez que Javier Ruiz protagoniza polémicas por sus posicionamientos vehementes; sin embargo, rara vez había recurrido al insulto directo en antena.
- Tras el apagón real del lunes 28 de abril, las búsquedas sobre cómo preparar kits de emergencia domésticos aumentaron un 300% respecto a la semana anterior.
- Apagón, inspirada en el pódcast El gran apagón, fue inicialmente criticada por algunos sectores por alimentar el alarmismo; hoy muchos ven sus capítulos como inquietante profecía.
- En foros especializados se debate si episodios como este contribuirán finalmente a fomentar una mayor cultura preventiva frente a riesgos energéticos o solo servirán como munición para futuras batallas ideológicas.
Como diría cualquier buen tertuliano tras una jornada así: lo único seguro es que mañana habrá otro debate… y otra hemeroteca esperando su momento.