Hoy, 11 de junio de 2025, la crisis reputacional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cruzado definitivamente las fronteras nacionales.
El influyente diario británico The Times ha publicado un reportaje en el que repasa minuciosamente los principales casos de corrupción que asedian tanto al entorno familiar como al núcleo duro del Ejecutivo socialista.
El artículo, que utiliza el apodo popularizado por Isabel Díaz Ayuso —“el galgo de Paiporta”— para referirse al presidente, subraya el profundo desgaste político y personal que sufre Sánchez en plena tormenta judicial y mediática.
La pieza periodística no solo enumera las investigaciones abiertas y los escándalos más recientes, sino que también destaca la erosión acelerada del liderazgo presidencial y la consiguiente pérdida de prestigio internacional para España.
Tanto el titular como el subtitulo del rotativo ingles, son contundentes: «Can Pedro Sánchez outrun the scandals threatening to overtake him?».
Tras la pregunta, bastante retórica de si el marido de Begoña podrá o no sobrevivir a tanta mugre, el diario añade:
«Spain’s PM fled the floods crisis, was silent on the power cut and is mired in claims of dirty tricks and a fake bomb plot — and now faces protests in Madrid».
Traducido al español: «El primer ministro de España huyó de la crisis de las inundaciones, guardó silencio sobre el corte de energía y está envuelto en acusaciones de trampas sucias y un supuesto complot de bomba falso, y ahora enfrenta protestas en Madrid«.
El diagnóstico es contundente: Sánchez se enfrenta a su peor crisis desde que accedió al poder en 2018, y la percepción exterior de la democracia y las instituciones españolas se ha resentido notablemente.
Corrupción, polarización y crisis institucional
The Times detalla cómo los últimos meses han estado marcados por una sucesión de sobresaltos: desde registros policiales en domicilios vinculados al exministro José Luis Ábalos, hasta la imputación del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos.
La publicación también menciona los intentos internos dentro del PSOE para desacreditar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, responsable de varias investigaciones clave. Todo ello, enmarcado en una atmósfera política extremadamente polarizada y con un Gobierno “prácticamente paralizado desde su reelección en 2023”, incapaz incluso de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.
La presión mediática ha crecido tras la aparición de audios donde Leire Díez, figura relevante en la estrategia socialista, intenta desacreditar a las fuerzas de seguridad que investigan las tramas.
El reportaje recalca el efecto corrosivo que estos episodios tienen sobre la confianza pública y el funcionamiento institucional.
“El galgo está sin rumbo”: desafección social y memes virales
El apodo “el galgo de Paiporta” tiene su origen en una visita fallida a la localidad valenciana tras las inundaciones del pasado noviembre. Sánchez abandonó apresuradamente el lugar ante el descontento vecinal, mientras el Rey Felipe VI permanecía conversando con los afectados. Este episodio ha sido ampliamente satirizado en redes sociales, donde memes y bromas gráficas han viralizado el mote hasta convertirlo en símbolo del distanciamiento social y político del presidente respecto a buena parte de la ciudadanía.
Las redes han sido implacables: desde imágenes generadas con IA hasta camisetas con el lema “El galgo de Paiporta”, reflejo del descrédito creciente entre distintos sectores sociales. El desgaste no es solo institucional o partidista: es también un fenómeno cultural y digital que erosiona progresivamente cualquier intento del Gobierno por reconectar con la calle.
Imagen exterior: ¿un daño irreversible?
La repercusión internacional de estos escándalos no solo afecta al propio Sánchez sino a la percepción global sobre España. Si bien informes recientes como el Policy Paper “España en el mundo 2025” elaborado por el Real Instituto Elcano insisten en que España mantenía hasta hace poco una imagen sólida y posiciones destacadas en índices internacionales de prestigio y poder blando, lo cierto es que episodios como los actuales pueden tener un efecto retardado pero profundo sobre esa reputación.
La prensa extranjera incide cada vez más en las divisiones internas, la parálisis legislativa y las tensiones entre Gobierno y oposición como factores debilitantes. The Times llega a afirmar que “la democracia española ha sufrido una degeneración” y que “la reputación de sus instituciones se ha visto disminuida”. En este contexto, las recientes concesiones políticas a partidos separatistas —especialmente la amnistía a implicados en el procés catalán— son vistas fuera como síntomas de debilidad gubernamental más que como gestos audaces para facilitar acuerdos.
Polarización y estrategias defensivas
Uno de los argumentos centrales del reportaje británico es que Sánchez habría sido hasta ahora “el principal beneficiado de la polarización política”, pero advierte que su margen se agota. Las estrategias defensivas implementadas —como la amenaza temporal de dimisión o el relanzamiento de campañas contra supuestas noticias falsas difundidas por medios críticos— no han frenado ni los ataques externos ni el desgaste interno.
En palabras recogidas por The Times: “Muchos dirían que desde entonces la democracia española ha sufrido una degeneración”. La consecuencia es doble: por un lado, aumenta la sensación interna de desconfianza hacia las instituciones; por otro, disminuye el atractivo internacional tanto para inversores como para aliados diplomáticos.
¿Hacia dónde va España bajo Sánchez?
El escenario abierto deja varias incógnitas para los próximos meses:
- ¿Logrará el Gobierno recuperar la iniciativa política o seguirá atrapado por los escándalos?
- ¿Podrá restañar la imagen exterior antes de que cale definitivamente una visión negativa sobre España?
- ¿Conseguirá reconectar con amplios sectores sociales más allá del núcleo duro partidista?
Por ahora, lo innegable es que tanto The Times como otros medios internacionales han situado a Pedro Sánchez —y con él a todo su Ejecutivo— bajo una lupa crítica inédita desde su llegada al poder. El desgaste no afecta solo al líder socialista: pone en entredicho parte del prestigio exterior acumulado por España en años recientes.
La gestión política y comunicativa ante esta crisis marcará no solo el futuro inmediato del Gobierno sino también la posición internacional del país a medio plazo.