«Soy fumador y me gusta la ley antitabaco». Rubén Martín, de 26 años, fuma y está encantado con que la ley le obligue a salir a la calle cada vez que quiere disfrutar de un cigarrillo. «Desde que empezó el año, con la excusa del mechero, la verdad es que no he parado de ligar», asegura orgulloso. Algo más de dos meses después de la aplicación total de la ley antitabaco, el smirting (de los verbos en inglés smoking y flirting: fumar y ligar) se consolida …
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